¿Qué función cumple el paradojal simbolismo de la morera hueca, que parece asociar un emblema de la productividad con una imagen de decadencia e inefectualidad?

El simbolismo del vacío, en cuanto poder intangible que moviliza el espíritu, es un pivote fundamental del daoísmo. Para decirlo en las palabras de Laozi, el más conocido pensador daoísta:

"Hacemos una vasija de un trozo de arcilla;
Es el espacio vacío dentro de ella lo que la hace útil.
Hacemos puertas y ventanas para una habitación;
Son esos espacios vacíos los que la hacen habitable.
Así…es lo intangible lo que da utilidad."
(Laozi, Dao de Jing)

El equivalente, en la dimensión humana, de ese vacío intangible que es fuente de todo poder, es la quietud espiritual. Mediante vasijas y ventanas Laozi nos está en realidad hablando del sabio poseedor del "dao" (la "vía"), quien irradia una plenitud de energía desde la compostura y la quietud.

Esa idea de la utilidad de la capacidad movilizadora del vacío y de lo hueco, puesta en relación con la madera, es lo que ha otorgado carácter sagrado al bambú en la cultura china. Y, de la mano de la doctrina de las correspondencias, es la idea responsable del servicio que prestan los carillones de bambú y las flautas de madera en la topografía energética del feng shui. Todos habrán visto en algún barrio chino, alguna vez, esos tubos sagrados de madera colgando hacia el este en casas y tiendas, con el fin expreso de estimular -- por su consonancia y correspondencia con ellas -- las energías cósmicas del renacer, el crecimiento y la prosperidad.