Jorge Mendoza Vester
"Parte un madero y allí estoy yo;
levanta una piedra y me encontrarás allí"
Evangelio apócrifo de Tomás.
12:28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él;
y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas,
y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios.
Evangelio según Marcos
“La Masonería dentro de un templo de piedra, no puede ser sino especulativa, pero dentro del templo viviente del cuerpo es operativa.”
Maestro Masón Fermin Vale Amesti
Se ha querido iniciar estas líneas con las citas anteriores que sugieren una idea contrapuesta al tema central que articula este trabajo, esto es, que la relación con dios, o en un sentido más amplio, que la experiencia mística, trascendente no requiere de un lugar especial para desarrollarla. Señalamos este punto ante la perspectiva del control y dominación que posibilitan sacerdotes, templos y religiones en la vida espiritual de las personas.
El título del trabajo, necesariamente nos retrotrae al templo construido por el personaje bíblico Salomón alrededor del año 1.000 a.n.e. y que es conocido como el primer templo. Buscaremos en este origen histórico, mítico a veces, las raíces simbólicas de los actuales templos masónicos y de su actual configuración.
El templo de Salomón no surge de la nada, si no que es heredero de una rica tradición iniciática cuyos antecedentes más cercanos son la tradición egipcia y la medo-oriental. Exploraremos en estas civilizaciones sus templos y su relación con las tradiciones iniciáticas.
En los templos masónicos actuales examinaremos su disposición, orientación y la cosmogonía representadas en ellos a la luz de las influencias en la masonería moderna y en particular la disposición de los oficiales dentro del templo de acuerdo al Rito Escocés Antiguo y Aceptado y su similitud con el árbol de la vida de la tradición cabalística del misticismo judío.
Definición de Templo
Templo 'edificio destinado al culto de una deidad': latín, templum, 'templo, santuario, santuario, espacio abierto para la observación marcado o señalado (sentido implícito: 'cortado') por augures', del indo-europeo tem-lo 'cortado', de tem 'cortar'.
“La palabra templo viene del latín templum, vocablo formado por la raíz indoeuropea tem- (cortar) y el sufijo –lo. Se trata de un antiguo vocablo de la lengua augural. Los augures, que vaticinaban por medio del vuelo de las aves, delimitaban o "cortaban" un espacio cuadrangular de cielo en el que centraban sus observaciones. Enseguida se extendió la práctica además abriendo tales espacios en los bosques talando la vegetación, espacios considerados sagrados y desde los que se practicaban estos ritos religiosos. Así templum designó el espacio sagrado, y sólo más tardíamente al edificio que en el interior se construía para contener la estatua de un dios y las ofrendas u exvotos que los fieles le aportaban.”
La masonería moderna desarrolla sus trabajos en lugares especialmente consagrados y considera como antecesor directo de sus actuales templos, el Templo de Salomón mencionado en la Biblia Cristiana y en la Toráh.
El Templo de Salomón fue construido en Jerusalén en la cima del monte Moriah por el rey Salomón y fue destinado a reemplazar el tabernáculo usado para albergar el arca de alianza desde los tiempos de Moisés, según señala el Antiguo Testamento. Este templo conocido como el primer templo, fue destruido en el año 587 a.n.e por los babilonios durante el reinado de Nabucodonosor II. A consecuencia de esto fue reconstruido y terminado por Zorobabel en el 515 a.n.e. y posteriormente ampliado por Herodes. Este segundo templo fue destruido durante la ocupación romana por tropas al mando de Tito en año 70 n.e., de este templo subsisten algunas pequeñas ruinas conocidas como Muro de los Lamentos en el lado israelita.
Como consecuencia que el templo físicamente ya no existe debemos remitirnos a las fuentes mítico-históricas para hacernos una idea de como fue en sus orígenes. Las fuentes escritas que nos hablan de las características del Templo de Salomón son el Antiguo Testamento y algunas notas del historiador judeo-romano Flavio Josefo.
Una de las menciones mas claras sobre la construcción del Templo aparece en el Libro Primero de los Reyes:
16 Salomón envió a decir a Hiram: 17 «Sabes bien que mi padre David no pudo edificar una Casa al Nombre de Yahveh su Dios a causa de las guerras en que sus enemigos le envolvieron hasta que Yahveh los puso bajo la planta de sus pies. 18 Al presente, Yahveh mi Dios me ha concedido paz por todos lados. No hay adversario ni maldad.
19 Ahora me he propuesto edificar una Casa al Nombre de Yahveh mi Dios según lo que Yahveh dijo a David mi padre: “El hijo tuyo que yo colocaré en tu lugar sobre tu trono edificará una Casa a mi Nombre.”
En este texto aparece mencionado Hiram, sin embargo, se trata de Hiram rey de Tiro el cual no debe ser confundido con Hiram Abif, participante en la construcción del Templo y personaje de suma importancia en el simbolismo masónico.
El Templo fue construido de acuerdo a las instrucciones de Salomón, siendo las más importantes las siguientes:
Durante los trabajos de construcción del templo, Salomón pidió ayuda rey Hiram, veamos que dice el Antiguo Testamento:
13 El rey Salomón envió a buscar a Hiram de Tiro; era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí; su padre era de Tiro; trabajaba en bronce y estaba lleno de ciencia, pericia y experiencia para realizar todo trabajo en bronce; fue donde el rey Salomón y ejecutó todos sus trabajos.
15 Fundió las dos columnas de bronce; la altura de una columna era de dieciocho codos, un hilo de doce codos medía la circunferencia; y lo mismo la segunda columna.
16 Hizo dos capiteles fundidos en bronce para colocarlos sobre la cima de las columnas, de cinco codos de altura un capitel y de cinco codos de altura el capitel segundo.
17 Hizo dos encajes y dos trenzados a modo de cadenas para los capiteles de la cima de las columnas, un trenzado para un capitel y otro trenzado para el capitel segundo.
18 Hizo granadas: dos filas alrededor de cada trenzado, 19 Los capiteles que estaban en la cima de las columnas tenían forma de azucenas, cuatrocientas en total, 20 colocadas sobre la prominencia que estaba detrás del trenzado; doscientas granadas alrededor del segundo capitel.
21 Erigió las columnas ante el Ulam del Hekal; erigió la columna de la derecha y la llamó Yakín; erigió la columna de la izquierda y la llamó Boaz.
22 Y quedó acabado el trabajo de las columnas.
23 Hizo el Mar de metal fundido que tenía diez codos de borde a borde; era enteramente redondo, y de cinco codos de altura; un cordón de treinta codos medía su contorno.
24 Debajo del borde había calabazas todo en derredor; daban vuelta al Mar a largo de treinta codos; había dos filas de calabazas fundidas en una sola pieza.
25 Se apoyaba sobre doce bueyes, tres mirando al Norte, tres mirando al Oeste, tres mirando al Sur y tres mirando al Este; el Mar estaba sobre ellos, quedando sus partes traseras hacia el interior.
Dos aspectos llaman la atención de los pasajes precedentes: el origen de Hiram y su rol en la construcción del Templo y, las influencias de civilizaciones extranjeras en la arquitectura del Templo de Salomón.
Sobre Hiram Abif, nos referiremos a los aspectos vinculados a la construcción del Templo. De acuerdo a lo que señala el Antiguo Testamento, Hiram Abif no era estrictamente judío, si no que más bien fenicio, al ser natural de Tiro. Su madre era de la tribu de Neftalí, por lo cual no puede ser considerado israelita puro.
En el primer relato de la Biblia (libro de Reyes) a Hiram se le considera un mero fundidor de metales, sin embargo en libro de las Crónicas es picapedrero, albañil, escultor, fundidor, orfebre, ebanista, vidriero, sastre, astrólogo, perfumista, es decir experto en todos los oficios relacionados con la construcción del Templo.
Si damos crédito a esta última versión de las escrituras, comienza a aparecer ante nuestros ojos la imagen del Templo de Jerusalén como la expresión de lo mejor del conocimiento arquitectónico de esa parte del mundo en su época.
Los descubrimientos arqueológicos recientes parecen confirmar esta hipótesis. Es conocido que los hebreos, por su exilio en Babilonia se encuentran emparentados con esta cultura de donde tomaron prestados entre otros el relato del diluvio universal.
Sin embargo, debido a la importancia que Egipto jugó en el pueblo hebreo, así como la fuerte influencia intelectual y cultural de la civilización faraónica en la región mediterránea, se creía que el modelo para el templo del rey Salomón en Jerusalén lo había proporcionado Egipto, aún cuando no se parecía estrictamente a ningún templo en Egipto.
Excavaciones arqueológicas en el norte de Siria en la década de 1930 y 1950, fueron las primeros en poner en duda la creencia de la herencia egipcia. Sin embargo, las excavaciones de rescate desde 1970 hasta 1976 en el río Eufrates, en el sitio que hoy es el lago el-Assad, confirmaron que el templo de Salomón fue construido de acuerdo a un patrón fenicio conforme a las tradiciones de un sistema religioso que se había seguido durante 2.000 años o más y que entronca con la cultura caldeo - babilónica.
Recordemos en este punto que Salomón se encontraba emparentado con Faraón ya que al estar casado con una de sus hijas era su yerno. Con este último elemento tenemos las tres principales influencias culturales en la construcción del Templo de Salomón: la tradición judaica, fenicia y egipcia.
Como señalamos anteriormente, el Templo fue edificado entre otras cosas para contener el Arca de la Alianza, que anteriormente se encontraba resguardada en el Tabernáculo, tienda itinerante que sirvió de protección para ésta desde el tiempo de la travesía por el desierto en tiempos de Moisés. El Tabernáculo en lo esencial tenía la misma relación logitudinal en sus dimensiones (3:1) y distribución de espacio con un lugar sagrado (santo sanctorum) y una nave central de mayores dimensiones.
La orientación del Templo de Salomón era la inversa de la actual orientación de los templos masónicos y de las iglesias cristianas. El Santo Sanctorum del templo miraba hacia el oeste y al este se encontraba la entrada, es decir hacia la salida del sol. De acuerdo a Don Falconer, este cambio de la orientación se debe a que el compilador y editor de las originales constituciones de la masonería publicadas en 1723, el Rev. James Anderson, fue un influyente clérigo presbiteriano que “como una cuestión de rutina habría adoptado la orientación entonces en uso en las iglesias cristianas.”
Con todo, la masonería moderna ha recogido los aspectos mas significativos de la arquitectura del Templo de Salomón para su simbolismo, entre ellas podemos mencionar:
Ahora bien, en un sentido simbólico las dimensiones del templo masónico al ser una representación del universo o micro cosmo se extienden de manera infinita en la dirección de los cuatro puntos cardinales y hasta el centro de la tierra en el nadir y hacia la bóveda celeste en el cénit.
El Templo de Salomón tenía iluminación natural que entraba por ventanas construidas especialmente para este efecto. En los templos actuales, los trabajos se realizan a cubierto y la iluminación contribuye a reforzar el simbolismo del templo en su conjunto.
Primero que nada tenemos al oriente tres luces, representadas por la dualidad del sol y la luna y complementadas por el delta con la letra G en su centro.
En el ara se ubican tres candelabros con el simbolismo en el escocecismo de fuerza, belleza y sabiduría; atribuidas por lo general a los oficiales del Segundo Vigilante Primer Vigilante y Venerable Maestro respectivamente.
Sobre los los oficiales recién mencionados se ubican siete luces sobre el Venerable Maestro, cinco sobre el P\Vigilante y tres sobre el Segundo Vigilante En tenidas de primer grado el número de luces que se encienden sobre cada uno de estos oficiales es tres.
Hasta aquí hemos explorado el aspecto físico del templo masónico, sin embargo, como sabemos éste es también una representación simbólica del micro cosmos, es decir el ser humano y a todo masón se le alienta a construir un templo interior. En toda oportunidad que se escucha esta frase se piensa que es sólo una metáfora del trabajo de desarrollo personal de todo ser humano. En las líneas siguientes exploraremos la idea que el templo físico es una guía para este trabajo interior.
En los párrafos anteriores mencionamos que la disposición de los templos actuales fue modificada posiblemente por influencia del reverendo J. Anderson, a principios del siglo XVIII. En esta misma época, confluyeron varias vertientes tradicionales, simbólicas, esotéricas en lo que hoy conocemos como masonería moderna o especulativa. Una de ellas es la del simbolismo de la cábala del misticismo judío el cual influyó en la ubicación de los oficiales durante el desarrollo de una tenida.
El inglés Elías Ashmole habría sido quien incorporó este simbolismo en los inicios de la masonería vemos lo que dice Lorenzo Frau Abriles sobre Ashmole:
“Ashmole notó entonces la marcha decadente de la sociedad de obreros y se ocupó en la tentativa de regenerarlas bajo el velo de la arquitectura por medio de una representació n de los misterios…con este fin, y siendo profundo conocedor de la alquimia, de la cábala, de los misterios antiguos…emprendió la gran tarea de escribir las bases de la organización de los tres grados en que debía basarse su sistema de solidaridad y perfeccionamientos humanos”.
“Según un cursillo para grandes instructores redactado por la Gran Logia Soberana de Puerto Rico, se afirma que: “Fue Ashmole quien redactó por primera vez los rituales de los grados…impartiéndoles una tendencia reformista y regeneradora”. Según nuestras investigaciones, redacta el primer grado en 1647, el segundo en 1648 y el tercero en 1649.”
Es en este espíritu que a Elias Ashmole se le atribuye la distribución de los oficiales al interior del templo de acuerdo al árbol de la vida. De acuerdo al misticismo judío el árbol de la vida puede representar todas las relaciones existentes en el universo. Las diez séfiras (mas una oculta Da'at) que lo componen se encuentran relacionadas por veinte y dos senderos (como el total de arcanos mayores del tarot), esto totaliza la cantidad de treinta y tres elementos entre senderos y séfiras.
Las diez séfiras se encuentran organizadas en tres columnas, la de la izquierda la del rigor agrupa a tres séfiras, la de del medio (equilibrio) a cuatro y la de la derecha (misericordia) otras tres.
El uso de el árbol de la vida en cábala es variado, en esta oportunidad nos referiremos al Adám Kadmón que no es si no una representación antropomórfica del plan divino de la creación y por tanto una guía para recrear (re-generar) la divinidad a partir del ser humano. Dicho de manera directa, una guía para el crecimiento espiritual.
Para visualizar Adám Kadmón en el templo masónico imaginemos un hombre tirado boca abajo ocupando todo el piso del lugar con la cabeza al Oriente, y el resto del cuerpo en Occidente. En esa posición, el brazo derecho está al lado sur y su izquierdo está al lado norte. Si se colocan las diez séfiras sobre el cuerpo echado del Adán Kadmón se obtendrá la configuración del templo masónico de acuerdo a el Árbol de la Vida y la colocación de los cargos en Logia según las séfiras.
La disposición señalada anteriormente corresponde al Rito Escocés Antiguo y Aceptado, si por el contrario se ubica al hombre tirado de cúbito dorsal, izquierda y derecha serán invertidas y se obtendrá la configuración de la Logia en el Rito Moderno o Francés.
De esta forma se obtiene una disposición de la logia que es una recreación y guía para hacer del templo algo más que un edificio de piedras y transformarlo en un templo viviente corporalizado. Este simbolismo en el trazado del templo deja un plan de trabajo que es el árbol de la vida, este plan es un instrumento para el trabajo a nivel corporal equivalente al del kundalini yoga o la alquimia taoísta donde la energía asciende desde los centros inferiores a la trascendencia última. Esto, por cierto, requiere desbastar la piedra bruta de forma que esta energía ascienda pura y limpia y no teñida de emociones negativas, ya que en este caso las capacidades amplificadas de un ser humano, amplificaría su capacidad de hacer daño y hacerse daño.
Hemos recorrido un camino que se inició en la construcción del Templo de Salomón y concluyó en las características de un templo masónico contemporáneo, buscando aterrizar los elementos simbólicos de la masonería especulativa en un trabajo más operativo, entendido éste como el trabajo con uno mismo para el desarrollo espiritual o trascendente.
A cada momento y en todas partes, la masonería ofrece en el desarrollo de sus trabajos herramientas para el crecimiento del ser humano y en este caso, la que hemos explorado es la del árbol de la vida de la cábala y su expresión en logia.
Es posible entender el significado mas trascendente de la construcción del Templo de Salomón como una encrucijada esencial en la tradición esotérica universal, en la cual confluyeron tendencias preexistentes, como la egipcia, la hebrea y la fenicia.
No es extraño, entonces, que los padres de la masonería especulativa hayan tomado el Templo de Salomón como punto de partida simbólico de nuestra Orden. Es por esto que en nuestros templos están las claves del Oficio y, que ha permitido mantener actualizado su contenido espiritual mediante los ritos y símbolos, como el de la Logia, que tiene en él su paradigma.
Por ultimo, esperamos con estas líneas haber contribuido al planteamiento hecho al inicio de este ejercicio citando al Maestro Masón Fermin Vale Amesti: “La Masonería dentro de un templo de piedra, no puede ser sino especulativa, pero dentro del templo viviente del cuerpo es operativa.”
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