El Colgado

Mazo: Marsella

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El altruismo, el desinterés por las cosas del mundo, la ley revelada, el sacrificio, la abnegación. Es un símbolo de iniciación pasiva. La pasividad, momento de impás.

Aunque esta carta siempre se refiere a preocupaciones, no hay obstáculo que el trabajo y la valentía no puedan vencer. En un punto te sentirás detenido en el mismo lugar, que las circunstancias no te dejan continuar, esto en el plano profesional o amoroso, incluso económico. Probablemente te sientas atado y preso, pues ésta es la carta del sacrificio, de la represión de emociones y de la preocupación. Pero no te des por vencido: puedes seguir adelante.,

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Descripción ampliada

Por el número que lleva se le identifica con el simbolismo zodiacal y con el dodecadenario. Solamente en el Tarot egipcio aparece con distinta denominación. El Mártir, haciendo relación a la actitud orante con que aparece dibujado. No obstante, en muchas barajas puede observar una disparidad casi absoluta en cuanto

la representación que de esta carta se hace. Por ejemplo, en el Tarot esotérico aparece un aura alrededor de la cabeza, al tiempo que en casi todos se puede observar una sustancial diferencia en la posición de las manos. Siguiendo el antiguo Tarot de Marsella, cabe resaltar que no se dibuja la ligadura que le sujeta por el pie, lo que induce a pensar que el hombre colgado no padece un martirio, sino que se mantiene en esa posición por deseo propio, a lo que parece igualmente dar pie la serena actitud de su cara, que en ningún mazo refleja aflicción o dolor. Por ello, se dice que representa la muerte del egoísmo y de la atracción por las cosas mundanas, suponiendo un despertar del espíritu que proporciona al individuo fuerza y valor para sacrificarse por causas justas. Sería equivalente al «nirvana» hindú, estado en que no cabe el sufrimiento por haberse desprendido totalmente del «ego», librándose de todos los apegos mundanos y muy especialmente del miedo, que es lo que lleva a la autodestrucción.

El triángulo formado por los brazos del colgado se dice que representa la espiritualidad y la «T» que dibujan sus pies es símbolo del dominio del espíritu sobre la materia y del sacrificio que el individuo realiza. El hecho de colgar por los pies fue un suplicio romano que se empleó principalmente con las mujeres, a las que, para aumentar su vejación, se les despojaba de la ropa interior a fin de que quedaran al descubierto sus partes más íntimas. A veces, el suplicio se incrementaba manteniendo las piernas cruzadas mediante un hierro, en la postura que representan casi todos los Tarots. En la Edad Media se solía castigar de esta forma a los deudores morosos.

Se dice que este Arcano es el homólogo y opuesto al Mago (I), con el que empieza la segunda de las vías de la vida del hombre, la húmeda, pero partiendo del lado opuesto al de la anterior. En este sentido, es considerado como la victoria del sacrificio que dará origen a la redención del género humano, positivando toda la carga negativa que está implícita en el universo. Esto hace que la mayoría de los tratadistas resalten su carácter idealista, pura manifestación de la persona que ama sin esperar nada a cambio y capaz de los mayores sacrificios por amor al prójimo.

A veces, a nuestro juicio caprichosamente, se le ha identificado con Judas Iscariote, llegando a representarle con unas bolsas de las que caían las treinta monedas, precio de su pecado. En la Grecia antigua se solía colgar por los pies a imágenes de Dionisio para asegurar la buena cosecha del próximo año, siendo aquélla una costumbre que todavía se sigue en los países sajones, donde cuelgan una figura de los pies que representa el espíritu de los carnavales de invierno. Por otra parte, se puede decir que esta alegoría es propia de los chamanes del Lejano Oriente, quienes desplazaban los miembros de los cadáveres para que no volvieran del más allá a acosar a los vivientes. Solían atarse fuertemente antes de iniciar un trance mágico, práctica que con las lógicas diferencias se sigue empleando en las ceremonias de iniciación de la secta francmasónica. Por último, cabe reseñar que los primitivos cristianos solicitaban como gracia postrera el ser crucificados por los pies, ya que se consideraban indignos de sufrir la misma muerte que Jesús.

Toda la significación de este Arcano va implícita en la palabra sacrificio. Es el hombre frente a varias posibilidades de pasado y de futuro, la potencia equilibrada entre la necesidad y la libertad, la sumisión de lo humano a lo divino, el sometimiento del propio «ego». Supone el punto de cambio de la vida psíquica y el enfrentamiento directo con el inconsciente.

En sentido normal, supone:

— Sacrificio. Condicionamiento. Sufrimiento. Amor no correspondido. Regeneración. Contrariedad vencida. Abnegación. Patriotismo.

En sentido invertido:

— Incapacidad de dedicación. Falta de sacrificio y voluntad. Conformismo. Hipocresía. Proyectos abortados. Impotencia realizadora.

En un hombre significa espíritu soñador, incapaz de tomar decisiones por sí mismo. Espíritu disciplinado y detallista que puede reportar éxitos en la carrera militar o como funcionario en un puesto de mediana importancia. Se trata de lo que normalmente se denomina una buena persona, conformista y servicial, con destellos de astucia que no empañan su predominante carácter moralizador.

Para la mujer, dependerá de que su conducta ante la vida sea seria, lo que supondrá una actitud discreta y reservada, o, por el contrario, se incline hacia la frivolidad provocando una coquetería que producirá inmensa atracción por parte de los hombres. Podría revelar una doble personalidad, la propia de una buena esposa y amante madre, combinada con la de una mujer propensa al abandono, poco diligente y dada quizás a la droga. En suma, una bella de día.