El segundo disco de este compositor con un amplio currículum académico (incluyendo un postgrado en Europa), es un increíble puzzle de diferentes estilos y memorias auditivas. Destaca el enorme trabajo de composición, extrayendo de la música popular y las vivencias cotidianas Chilenas, complejas estructuras musicales que derivan en una música experimental , a veces un poco "marciana" , como diría uno de los músicos de "La Orquesta de Fuego", que ejecutan la música de Bodenhofer.
El CD tiene la virtud de adentrarnos en un universo de experiencias nostálgicas, propias de la identidad y cultura popular Chilena. Y, aunque fue compuesto con un complejo lenguaje musical (propio de la vasta preparación del compositor) la riqueza de texturas y recursos auditivos introducen en el clima adecuado para entender que lo que suena a ratos "difícil", no es sino una cita a una cierta emoción agria propia del argumento que guía cada tema.
Es un trabajo entretenido, lleno de detalles que rememoran el sonido de las orquestas de pueblo
-al borde de sonar destempladas y/o desafinadas-; los sonidos bohemios de las noches trasnochadas, con aroma a romance y alcohol, el tango, la música circense, el folklor más auténtico, y los ritmos y armonías de las culturas ancestrales de nuestro delgado país.
Llaman la atención varias creaciones por la originalidad resultante de la mezcla. "Olas que vienen y van", por ejemplo, dónde Carmela Díaz cantora popular de Lo Zapallar, que interpreta la canción con la guitarra, sin usar la mano derecha para armonizar y rasguea con una rítmica irregular, sobre la cual Andreas construye las armonías coherentes con el "anti_acompañamiento" de la interprete vocal, agregándole pajaritos sampleados en un teclado¬ –anecdóticos, humorísticos- mientras suenan bronces como en las orquestas de circo o en los orfeones de plaza de pueblo.
Varias composiciones se estructuran desde las armonías y ritmos indígenas; mapuches, aimaras y selkman u onas. En "Viaje" se inicia el tema con un canto mapuche ( Galvarino Queupumil, de Liquiñe, X región) lleno de nostalgia y va trenzando melodías y juegos rítmicos acordes a los de la tradición que terminan en un intenso trabajo de vientos que se van de a poco retirando para retomar la simpleza inicial del canto mapuche.
En varios temas usa los cantos selkman grabados por la antropóloga Anne Chapman en 1966, que tuvo contacto con la última de las onas vivas, y que pertenecen a los cantos chamánicos , de los ritos de iniciación hain, o los ritos en los cuales las mujeres controlaban el clima. En "El canto de Ejhi" usa los complicados giros ritmicos del canto selkman para obligar a los músicos a acoplarse y desacoplarse en armonías insólitas, que recuerdan la música contemporánea.
Así son muchas las sensaciones que va evocando tomando la historia de varias generaciones recuperando experiencias personales en "el despiche", un guión para trabajar la culpa y el arrepentimiento a nivel de las emociones que evoca la música , o usando ruidos de una fuente de soda en "el Rápido", o la más increíble solución de música tecno y diablada en "virgencita del desierto.
Gran despliegue de elementos audiovisuales que recuerdan la historia de Chile en "santiago" y Canela su hija interpretando su versión del poema de Nicanor parra en "el Naufragio según Canela". Muy buenos intérpretes que de una u otra manera se acoplan de manera inusual para armar este puzzle de realidades entrelazadas que conectan con la fuerza de la emoción.
Un disco financiado por fondos Fondart, que es una música con contenido que requiere de silencio y atención para ser escuchada, desde la lectura de la carátula hasta el complejo y hermoso diseño hecho por Aline Kuppenheim, que despliega sus dotes plásticos y colorea este arduo trabajo que, a veces carece de un hilo conductor común ¿Será que ello ilustra la identidad de Chile También? Tal Vez ahí está la explicación...
No es un disco para la relajación y reposo, requiere de una atención activa e interesada. Para iniciados y curiosos de la buena música. Entretenido e interesante, emotivo y nostálgico...evocador...
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