Las conferencias de Whidden - Noam Chomsky (1975)
Enero de 1975, McMaster University
Capítulo I - SOBRE LA CAPACIDAD COGNITIVA
Es necesario desechar ciertos elementos de las teorías racionalistas, pero el esquema general parece bastante plausible. EI trabajo de estos últimos años ha demostrado que gran parte de la detallada estructura del sistema visual está incorporada, aunque es precisa una experiencia impulsara para que el sistema entre en acción y hay pruebas de que lo mismo puede ser cierto de las estructuras auditivas que analizan por lo menos algunos rasgos fonéticos distintivos (cf. Eimas et al., 1971).
A medida que han progresado las técnicas de investigación - arguye Bower - «más sofisticado aparecía el sistema perceptivo infantil». Bower examina diversas pruebas que sugieren que «el sistema perceptivo infantil parece capaz de abordar todos los problemas tradicionales de la percepción del espacio tridimensional» - percepción de la solidez, de la distancia, de las invariantes de tamaño/ distancia y de la constancia de tamaño. Así, «contra lo que suponía la tradición berkeliana, el mundo del niño parecía intrínsecamente tridimensional» (Bower, 1972). Hay pruebas de que antes de ser capaces de agarrar un objeto, los niños pueden distinguir los objetos susceptibles de ser agarrados de los que no lo son recurriendo tan sólo a información visual (Bruner y Koslowski, 1972).
Ciregory observa que «la velocidad con que los niños pequeños llegan a asociar las propiedades de los objetos y siguen aprendiendo a predecir propiedades ocultas y hechos futuros sería imposible a menos que parte de la estructura del mundo fuera heredada - de alguna manera, construida por modo ingénito en el sistema nervioso».(7) El mismo autor sugiere luego que debe existir una «gramática de la visión», similar a la gramática del lenguaje humano, y posiblemente relacionada con esta última en la evolución de la especie.
Mediante el uso de esta «gramática de la visión» - en gran parte innata - los animales superiores son capaces de «leer en las imágenes de su retina incluso rasgos ocultos de los objetos y prever sus estados próximos inmediatos», «para clasificar», así «los objetos según una gramática interna, para leer la realidad en sus propios ojos».
El fundamento neurológico de este sistema ha empezado a comprenderse paulatinamente a partir del trabajo pionero de Hubel y Wiesel (1962). Más en general, hay pruebas en abundancia para suponer que «el aprendizaje de la conducta se realiza mediante la modificación de una organización estructural ya funcional», «la supervivencia sería improbable si el aprendizaje en la naturaleza requiriese la prolija repetición característica de la mayoría de los procedimientos de condicionamiento» y es bien sabido que los animales adquieren sistemas complejos de conducta de otras maneras (John, 1972).