La primavera, con sus tres meses de duración, es la estación en la que los seres vivos nacen, crecen y se desarrollan sobre una base antigua; la naturaleza se va llenando de cosas nuevas y todos los seres vivos se enriquecen gradualmente. Durante este periodo, el hombre debe acostarse tarde, levantarse temprano, caminar en los parques, soltarse el pelo[xix] y aflojar cualquier cinturón que le sujete la ropa, con lo cual podrá relajar su organismo y favorecer una concordancia entre la actividad espiritual orgánica y la dinámica de la naturaleza. La energía dada por la primavera no debe lesionarse o destruirse. Durante esta estación, el espíritu debe estar alegre, de modo que ha de evitarse la depresión; es la época durante la cual no se debe castigar.[xx]
Tal es la forma de llevar a cabo el "método para alimentar la vida" (yang sheng zhi dao); estar acorde con los cambios de la primavera favorece el proceso de sheng nacimiento-crecimiento. Si esto no se efectúa o si se invierte, se alterará el proceso de depuración del hígado (Shu xie),[xxi] la potencia de la energía que se trasmitirá al verano será menor y en esta última estación se podrá padecer de enfermedades de naturaleza "fría".[xxii]
El verano es la estación en la que todos los seres vivos se encuentran en su máximo esplendor. Como la energía del cielo y de la tierra están en continuo intercambio, la mayoría de las plantas abre sus flores. En esta época, el hombre debe acostarse tarde, levantarse temprano,[xxiii] no molestarse con los días largos del verano, ni enojarse, con lo cual facilitará que la actividad espiritual se abra, al igual que la de las flores. De esta manera, la circulación de la energía qi se llevará a cabo adecuadamente en la región subcutánea, cou li. Ésta es la forma de hallarse en concordancia con el proceso de chang, desarrollo-florecimiento del verano; si éste se invierte, se alterará la energía del corazón, de modo que se debilitará la energía que se trasmitirá al otoño, y al llegar a este periodo el hombre podrá enfermar fácilmente de malaria.[xxiv]
Los tres meses del otoño constituyen la época de concentración. Se trata de un periodo de ciclo claro y de aire puro, que llega a ser violento. El hombre debe dormir y levantarse temprano, según el ritmo de las gallinas. La actividad espiritual debe ser apacible e impedir que la energía patógena del otoño invada el organismo, lo cual es favorable para que la energía de concentración esté en concordancia con el proceso observado en la naturaleza; así, se impedirá que los agentes patógenos alteren el proceso de purificación del pulmón. Tal es la forma de llevar a cabo el "método para alimentar la vida" (yang sheng zhi dao) en el otoño, protegiendo la energía durante los tres meses. Si se invierte este proceso, se alterará la energía que se; trasmitirá al invierno y se podrán contraer enfermedades, como diarrea. Entonces, la energía de shou concentración para el invierno será escasa.
Los tres meses del invierno constituyen una época de acumulación-almacenamiento, etapa del año en que el hielo forma grietas en la tierra y la energía yang se acumula en el centro de la tierra. El hombre debe acostarse temprano y levantarse con el sol alto, permitiendo que la actividad espiritual se mantenga en el interior e impidiendo su exposición al exterior, como si guardara una cosa valiosa. Se debe; evitar a toda costa exponerse al frío y mucho menos permitir la sudoración, ya que ésta es una forma de desgastar la energía yang. Ésta es la manera de llevar a cabo el "método para alimentar la vida" (yang sheng zhi dao), favoreciendo el proceso de cang acumulación-almacenamiento del invierno. Si este proceso se invierte. se: alterará la energía del riñón y al llegar la primavera se estará ante la posibilidad de padecer los síndromes wei, "debilidad-atrofia" y síndrome jue, "contracorriente energética",[xxv] en tanto que la fuerza de trasmisión a la primavera será escasa.
El yin y el yang de las cuatro estaciones son la base del cambio de todas las cosas;[xxvi] por ello, los sheng ren "hombres sagrados"[xxvii] ponían especial atención en nutrir a yin durante el otoño y el invierno y a yang durante la primavera y el verano; éste es un aspecto básico. Poder adaptarse como en la naturaleza a sus cambios es la forma de proteger las leyes del crecimiento y desarrollo. Si estas leyes se invierten, se modificarán las leyes básicas de la vida, y se alterará la energía "verdadera" (zhen qi). En consecuencia, se dice que los cambios de yin yang, cielo, tierra y cuatro estaciones es el principio y final de todas las cosas, base de la vida. Invertir esta ley es hallarse en una posición peligrosa, mientras que estar acorde con ella es encontrarse protegido de cualquier enfermedad grave.
Lo anterior constituye la forma de dominar el "método para alimentar la vida" (yang sheng zhi dao); el hombre sagrado (sheng ren) lo sigue en tanto que el neófito lo invierte.
Estar bajo las leyes de yin yang es vivir, mientras que invertir sus leyes es morir; estar acorde implica obtener un gran equilibrio, en tanto que invertirlo es como divorciar al ciclo de la naturaleza de los procesos fisiológicos.