En el año 1989, los Arguelles visitan el Museo del Tiempo en Ginebra. Esta visita se inserta en la investigación que realizan en torno al Tzolkin así como las diferentes tradiciones proféticas en relación a los ciclos de tiempo. Según las palabras de José, lo que allí estaban viendo no era otra cosa que la historia del "tiempo mecanizado". A partir de ese momento comienzan a desarrollar y a establecer lo que llamará: la nueva "Ley del Tiempo".
"El concepto del tiempo lineal –dice Arguelles– es una idea muy primitiva ya que el tiempo es una «frecuencia de sincronización» y esto lo sabían los Mayas". El tiempo entonces, no es lo que se tarda en llegar de un punto a otro en el espacio. El verdadero tiempo es radial y no lineal. El tiempo se mueve en ciclos. Podemos imaginar al tiempo como un proceso de fluir en ciclos que se expresan en forma de espiral.
Es así como a través de la nueva Ley del Tiempo, los Arguelles identifican dos tipos de frecuencias:
- A la primera frecuencia la llaman "frecuencia 12:60", proporción que combina los 12 meses del calendario gregoriano y los 60 minutos de una hora del reloj. El calendario gregoriano y el reloj son los instrumentos que utilizamos para la medición del tiempo.
El origen del calendario gregoriano se remonta a Babilonia. Es a partir del círculo de 360 grados dividido en 12 partes iguales de 30 grados cada una, que se construyen los primeros calendarios de 12 meses. Sin embargo, sabemos que la forma geométrica generada por el movimiento de traslación del planeta Tierra alrededor del Sol es una elipsis, por lo tanto, tratar de medir un año solar cuya forma es elíptica, –con un círculo plano–, es un error básico. En relación al reloj mecánico, podemos decir que éste también se basa en la medida de un círculo dividido en 12 partes de 30 grados cada una.
La combinación del reloj mecánico y de un calendario de 12 meses produce la frecuencia 12:60, una frecuencia de tiempo artificial cuya aceptación inconsciente ha causado la desviación de la especie humana de los ciclos de la naturaleza.
La frecuencia 12:60 produce, entonces, un orden mental irregular y mecanizado que nos lleva a vivir una distorsión en el tiempo y nos desconecta cada vez más de nuestra propia naturaleza y del tiempo natural. De ahí la denominación de "frecuencia de tiempo artificial". Para los Arguelles, esta frecuencia da como resultado un programa inconsciente en la mente humana que causa la desviación de los seres humanos del orden biosférico natural.
- A la segunda frecuencia la llaman "frecuencia 13:20" y deriva de los 20 glifos y de los 13 números del Tzolkin o modulo armónico, una matriz de permutación de 13 x 20 = 260 unidades.
Tenemos 20 dedos de manos y pies, el Tzolkin tiene 20 glifos o sellos. En un año, la Luna gira 13 veces alrededor del planeta Tierra. Las mujeres llevan en su cuerpo inscritas las 13 Lunas: en un año solar tienen 13 menstruaciones cada 28 días. Existe una analogía entre las 13 Lunas y los 13 números o tonos del Tzolkin.
Esta frecuencia es denominada así mismo la "frecuencia de tiempo natural" o "frecuencia universal de sincronización".
"Estábamos viviendo en los ciclos del Tzolkin, lo que identificamos como la frecuencia de tiempo 13:20 y teníamos, por lo tanto, un estándar de medida que nos permitía dar una mirada al Museo del Tiempo y entender que todo el mundo moderno estaba operando bajo una frecuencia de tiempo artificial. Aunque todavía no habíamos articulado en nosotros mismos el concepto de lo que estábamos viviendo en la frecuencia 13:20, supimos, en ese momento, que sí lo estábamos. Nosotros articulamos este punto. Este fue el inicio del descubrimiento de la Ciencia del Tiempo. (....) y debido a que estábamos experimentando el Tzolkin 13:20, pudimos identificar la frecuencia de tiempo artificial como la proporción 12:60, el calendario de 12 meses, y la hora de 60 minutos. La combinación de estos dos factores de tiempo, que nadie había observado antes, es la base entera de la civilización moderna".