La masoterapia y la reflexología se combinan a menudo, lo que permite obtener resultados espectaculares. Los profesionales formados en ambas modalidades están de acuerdo en el poder sinérgico de usar ambos métodos.
El masaje es la manipulación sistemática de los tejidos blandos del cuerpo.
La reflexología es la aplicación de presiones específicas a los puntos reflejos de los pies y las manos.
Los tratamientos de masaje benefician los músculos o el tejido conjuntivo, que son los receptores directos de la manipulación.
Se cree que los principales beneficios de la reflexología son el resultado de la relajación generalizada de todo el cuerpo, así como del efecto equilibrador sobre órganos, glándulas y zonas específicas del cuerpo.
Aplicada antes que la masoterapia, la reflexología produce un estado de relajación interna y externa que permite al terapeuta realizar un masaje muscular profundo para lograr mayores resultados con menos esfuerzo que si el cliente hubiese empezado el masaje con el cuerpo tenso.
Con la reflexología, los pacientes perciben más rápidamente los beneficios del tratamiento, con resultados especialmente espectaculares cuando se traten afecciones como estrés, tensión, dolor de nuca v hombros, lumbago, dolor en piernas y rodillas, malestar menstrual o irregularidad intestinal.