4.50. Una vez se ha liberado la mente de todo objeto y concepto, ya no se desarrollan mas pensamientos; entonces se parece a una vasija vacía rodeada y llena de akâsha.
4.51. Cuando cesa la respiración exterior (con la práctica de khechari), también lo hace la interior (producción de prâna); entonces, la corriente de prâna y la corriente mental se detienen en el lugar apropiado (brahmarandhra).
4.52. El practicante que día y noche dirige el flujo de prâna (a través de sushumna), consigue disolver la mente allí donde prâna se disuelve.
4.53. Hay que inundar el cuerpo de pies a cabeza con el néctar (que fluye de la luna); así, el cuerpo se dotará de gran fortaleza y valor.
4.54. Centrar la mente en shakti y mantener shakti en el centro de la mente; observar la mente con la mente y hacer del supremo estado (samâdhi) el objeto de concentración.
4.55. Colocando el sí mismo (âtma) en medio de akâsha y akâsha en medio del sí mismo, reduciendo todo a la naturaleza de akâsha (mas allá del tiempo y del espacio), no se piensa en nada más.
4.56 Así, el yogui en estado de meditación se vacía por dentro y por fuera como una vasija en akâsha, y, al mismo tiempo, se llena por dentro y por fuera como una vasija en el océano.
4.57. No debe haber procesos mentales sobre cosas externas o internas; se han de abandonar todos los pensamientos subjetivos y objetivos, y no hay que pensar en nada.
4.58. La totalidad de este mundo es solo una creación de la mente, incluso la misma actividad mental es una ilusión; cuando se trasciende la mente, compuesta de procesos mentales, se halla descanso en aquello que no cambia; con seguridad, ¡Oh Rama!, se ha conseguido la paz.
4.59. Igual que el alcanfor en la llama y la sal en el agua, la mente se disuelve en contacto con la realidad (âtma).
4.60. Todo lo que se presenta ante la mente no es más que lo cognoscible, pues la mente es el conocimiento mismo; cuando el proceso de conocimiento y el objeto de concentración se absorben recíprocamente, desaparece toda dualidad.
4.61. Todo en este mundo, tanto animado como inanimado, es una creación de la mente; cuando la mente alcanza el estado trascendente (unmani-avastha), deja de experimentarse la dualidad.
4.62. Cuando se abandonan todos los objetos de conocimiento, la mente se disuelve (en el absoluto sat—cit—ânanda) y sólo permanece el estado kaivalya.
4.63. Los diferentes caminos que conducen al samâdhi, que utilizan distintas técnicas, fueron descritos por los grandes maestros de la antigüedad, los cuales basaron las enseñanzas en su propia experiencia.
4.64. Loor a sushumna, a kundalini, al néctar que fluye de la luna, al manonmani-âvasthâ y al gran shakti, en forma de conciencia pura.