Egipto: Una parte de nuestra historia
Cuando desde la dirección de esta revista se me propuso publicar en estas páginas un artículo relacionado con el mundo egipcio, mi mente voló hacia aquellas áridas, en ocasiones, y bellas tierras.
Egipto.... Cuna de la civilización moderna, lugar exótico, punto de partida del conocimiento...
Las pirámides y sus grandes dimensiones, y las eternas preguntas rondando en el aire... ¿para qué las construyeron?, ¿cómo?, ¿cuándo?... habrán notado que dejo a un lado el ¿por quién?, en efecto, para mi las pirámides egipcias (todas) están construidas por la mano del hombre. Otra cosa diferente sería saber como llegaron a disponer de los conocimientos y herramientas necesarias para construir esos monumentos...
Pero las pirámides no son el único enigma de esa antigua civilización, quizás, sus conocimientos astronómicos, su forma de distribuir determinadas actividades de la población a lo largo de un determinado periodo de tiempo, como consiguieron marcar cronológicamente de forma ordenada las diferentes estaciones del año, e incluso, como fueron capaces de predecir las crecidas del Nilo, son otras de las interrogantes.
El objetivo de este trabajo de investigación es responder a algunas de esas incógnitas, conocer un poco más a fondo el mundo egipcio posiblemente nos ayude a acercarnos a los conocimientos de esa antigua civilización. Como en las próximas líneas podremos observar, la religión, la población y el Nilo estuvieron profundamente unidos.
Los primeros pobladores y sus formas de agruparse.
Los primeros pobladores de Egipto (aproximadamente hace 20.000 años) fueron cazadores nómadas del desierto que llegaron al valle del río Nilo al irse desecando las llanuras y praderas que lo rodeaban.
Hacia el año 4.000 a.d.C. los cazadores comenzaron a agruparse entorno a los SARU (ancianos), pronto empezó la cultura totémica ( adoración al tótem, entidad -orgánica o no- antecesora del grupo) tomando cuerpo los clanes, como agrupación humana.
Los clanes se fueron especializando según el trabajo realizado en ellos y se fueron concentrando geográficamente, evolucionando paulatinamente hacia los grupos tomando como base el territorio, SPAT, palabra egipcia que lo designa y que significa división (el término griego que designa esas agrupaciones es Nomo, por el que también son conocidos).
Cada capital de Spat tenía sus dioses y normalmente cada uno de ellos presidía una sola capital. Sin embargo, existían ciertos dioses como Horus (el halcón), Hator (la vaca), Set (el antílope) que imperaban sobre varias a la vez como dioses principales.
Según esto, existieron dos tipos de Spat:
Spat en los cuáles el dios de la ciudad se confundía con el dios (tótem) del clan.
Spat con varios patrones. En ellos era posible encontrar el tótem original y una nueva deidad que había desplazado a un segundo término a la antigua.
Hemos de tener en cuenta que más del 50% de los Spat eran de doble patrón.
Y ustedes se preguntarán...? para qué toda esta clase de historia?...
Es sencillo, el comienzo de la historia de Egipto estuvo marcado por muchísimas batallas, debidas en su gran mayoría a que los Sapt fueron uniéndose según su dios-patrón y luchando contra el resto de Spats que no tenían el mismo dios patrón. Es aquí, en este punto de la historia, donde comienza la importancia real de los dioses en Egipto, dioses que marcaron el crecimiento, el esplendor, y la decadencia del imperio. Y es aquí donde comienza igualmente a fraguarse el poder "infinito" de los faraones, deificados en su muerte y adorados en vida. Por ellos y para ellos fueron construidos los grandes templos y las descomunales pirámides.
Sigamos, si les parece, con la historia...