II. 46 Âsana y prânâyâma La âsana debe tener una doble cualidad: la atención y la relajación
II. 47 Estas cualidades pueden ser obtenidas reconociendo y observando las reacciones del cuerpo y de la respiración a las diferentes posturas que constituyen la práctica de âsana. Una vez conocidas, estas reacciones pueden ser dominadas paso a paso.
II. 48 Si estos principios se siguen correctamente, la práctica de âsana ayudará al practicante a soportar, e incluso minimizar, el efecto de las influencias exteriores sobre el cuerpo: la edad, el clima, la alimentación y el trabajo.