Por Pilar Hernández Merino
Desafiando la antigua tradición del hermetismo, Yogui Bhajan, maestro hindú de Kundalini Yoga desde los 14 años, decidió compartir las técnicas en Occidente bajo la siguiente lógica: "Comparto estas enseñanzas para crear una ciencia del ser absoluto …es derecho inalienable de todo ser humano ser sano, feliz y sagrado". En 1969 llega a Estados Unidos desde donde expande el conocimiento por el resto del mundo.
Desde entonces el Kundalini Yoga se ajusta a la vida agitada de quienes buscan equilibrar su mundo interno y externo. Varios de los que lo practican dicen sentir cambios en el cuerpo y psique en minutos y cambios más profundos con la práctica regular.
Kundalini viene de la palabra Kundal, que significa rizo de cabello del ser amado. Al desenredarse este cabello se despierta el potencial creativo que existe en todo ser humano. Se dice que el ser se torna totalmente consciente porque la energía del sistema glandular se combina con el sistema nervioso y lo vuelve más sensible, a fin de que el cerebro completo perciba las señales y las interprete.
Esta experiencia no es un trance profundo o ir mas allá de este mundo, por el contrario, integra aún más a la realidad y le da conciencia para actuar desde un estado de conciencia superior.
En el cuerpo físico el kundalini habita en la columna vertebral. Los dos canales nerviosos que se entretejen alrededor del nervio central de la columna, se llaman Ida (la energía lunar, negativa) y Pingala (la energía solar, positiva). Cada una da dos vueltas y media alrededor del centro de la columna. Los dos canales actúan como conductores principales de la energía kundalini, alimentando todo el sistema nervioso. Existe además, una amplia reserva de kundalini almacenado debajo de la cuarta vértebra.
Esta energía sube por el centro de la columna hasta la parte superior del cráneo, activando la secreción de la glándula pineal. Esta glándula y su función han sido un misterio para la ciencia occidental. Sin embargo, los yoguis conocen su importancia desde hace miles de años: vibra y controla la proyección del núcleo de cada célula del cuerpo.
A dos años de que Yogui Bhajan impartiera clases de Kundalini Yoga y formara instructores se le presentó -mientras meditaba- la responsabilidad sagrada de ser Mahan Tántrico, luego que el anterior maestro del Tantra, Lama Lilan Po, dejara su cuerpo físico.
Este acontecimiento aceleró el desarrollo espiritual de muchos individuos, pues de inmediato comenzó a practicarse el Tantra Yoga Blanco y luego se expandió a una comunidad mundial.
Hasta 1986, todos los encuentros del Tantra Yoga Blanco en el mundo contaron con la presencia física del único Mahan Tántrico que puede llevar a cabo el proceso; luego, por la dificultad de trasladarse cada semana a distintos países, Yogui Bhajan decidió liderarlos e influir en ellos a través de su cuerpo sutil y preparó soportes audiovisuales para dar las instrucciones, junto con entrenar a facilitadoras para dirigir la actividad.
En noviembre se llevará a cabo en Chile, el tercer encuentro de Yoga Tántrico Blanco, para el cual no es necesario haber practicado antes una disciplina o creencia en particular. El maestro tántrico considera que existen 84 posturas de yoga y todas se han hecho en el vientre materno, por lo tanto no existe ser humano que no sea un yogui en potencia.