Jaime Hales
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La Psicología, que irrumpe a fines del siglo XIX, persigue aunar ambos mundos, dando respaldo científico a las proposiciones del pensamiento esotérico, con lo cual el debate cambia de escenarios. Freud y su interpretación de los sueños saca el tema del ámbito mágico para llevarlo a espacios más científicos. Hasta entonces, interpretar sueños (según da cuenta el Código Penal chileno de 1874) era considerado como un modo de abusar de la credulidad de la gente y debía ser castigado.
En el siglo XIX, se abrieron sociedades de estudios que, aunque a veces mantenían ámbitos de privacidad, se exhibieron al debate público. Personajes significativos, fueron rompiendo diques de un pensamiento que entendía la realidad de un modo diferente del oficial. La ligazón entre la Trascendencia (Dios) y el sujeto individual, que reconoce tareas personales y sociales, que desarrolla o crea instrumentos y métodos para acceder a informaciones trascendentes y útiles para el ser humano, va apareciendo cada vez con más presencia y determinación en la sociedad.
La Golden Dawn, nacida en Inglaterra en el último tercio del siglo XIX, marca un hito en cuanto a la presencia pública y el solo hecho de su fundación constituye una proposición anticipatoria de la "nueva era". Replantea las cosas de un modo profundo y, habiendo reunido en su seno a los más importantes intelectuales esotéricos de Europa, sienta las bases de lo que será la última dura confrontación entre el racionalismo y el mundo misterioso, en adelante llamado Holístico, que ha durado cien años o más y está siendo resuelta a favor de la mirada amplia de esta última.