Los Mayas conocían el "año galáctico", período de 26.000 años, en que el eje de la tierra gira en torno a las constelaciones de los signos del zodíaco. Este ciclo o, Giro de Precesión según los astrónomos, se divide en cinco subciclos de 5.200 años, que en el ser humano, corresponden a 52 años de vida (4 ciclos de 13 años). Estos períodos influyen enormemente en la humanidad, ya que, en ellos se renueva la existencia y ocurren cambios que ayudan a tomar una nueva dirección. Esto explica porqué los mayas abandonaban su morada, llevándose sólo las pertenencias básicas y luego "devolver la casa a la tierra" enterrándola, en forma literal.
La luna es errática, inconstante y de naturaleza sutil, sin embargo, el Homo Sapiens la ha seguido usando calendarios basados en su ciclo. Aún en la actualidad, los Lakota, siguen un calendario lunar vago e irregular.
Nuestro satélite, visto desde la tierra, gira sobre su eje cada 29,5 días, (lunación sinódica), lo que explica porque vemos un solo lado de la luna. Una lunación sinódica es sólo uno de los ciclos que pueden ser observados. Existe el ciclo Sideral de 27,33 días (periodo en que regresa a un punto del cielo), el ciclo tropical de 27,32 días (tomado de la longitud celestial) y el ciclo Dracónico de 27,2 días (tiempo en que regresa al mismo nodo).
Durante un año solar hay siempre una lunación treceava, que transita de un año solar al siguiente. La naturaleza tabú del número trece (supuestamente de "mala suerte") parece venir de la misteriosa luna treceava.
Existe una discrepancia de 11 días entre la longitud de un año solar de 365,24 días y doce lunaciones sinódicas completas de 354,36 días. El número de días en trece lunaciones sinódicas es de 383,5, 18,26 días más que el año solar.
La discrepancia entre los días del año solar y los ciclos de lunación sólo es un problema para el "hombre civilizado", ya que la mujer siempre ha llevado las trece lunas dentro de su ser. El ciclo de menstruación femenina es de 28 días y es la media entre los ciclos de lunación sinódica de 29,5 y los otros ciclos de lunación 27,5 días. Tomando como factor este ciclo de lunación medio de 28 días en el año solar, se obtienen trece lunas, o 364 días, uno menos que el año solar promedio. Esta es la cuenta exacta maya, pues guarda relación con lo femenino de lo humano, abriendo nuestra realidad a lo psíquico y no a la razón.
Cuando los estilos de vida agrícolas se desarrollaron en el área ahora conocida como Medio Oriente, el sacerdocio masculino tomó el poder. La formalización de un calendario, se convirtió en instrumento de poder. Lo masculino está asociado con el sol, mientras lo femenino con la luna. Un calendario basado exclusivamente en el año solar llegó a ser soberano. La división Egipcia del círculo en 360 grados, subdividido en 12 partes de 30 grados cada una, proporcionó al sacerdocio de Egipto y Mesopotamia la norma para sus jerarquías "masculino-solares", aproximadamente hace 5.000 años.
En Babilonia y Egipto nacieron las 12 Casas del Zodíaco (Astrología tradicional Occidental) y el calendario de 12 meses. Doce meses de 30 días completan 360, un período de purificación extra fue agregado para completar el año solar. La función clave de los sacerdotes babilónicos respecto del calendario, era correlacionar los ciclos de la luna con el año solar. Para el 1.500 a. de c., el sistema de 360 grados del círculo dividido en 12, como aproximación, o aun más, reemplazo, de los ciclos lunares, se extendió hacia India y China. El 12, esta basado en la división del círculo (espacial), y no en trece lunas (temporal). Por esta razón, se dice que el "tiempo es oro".
Desde Babilonia y Egipto el "poder solar" del círculo dividido en 12 se extendió a Grecia y de ahí a Roma. Turquino, rey de Roma (616-579 a. de c.) desarrolló un calendario del que se deriva el Gregoriano. Los nombres de los meses del Calendario derivan del latín y provienen de este calendario inicial.
Con el predominio de la iglesia Católica (500-1.000), el calendario romano de 12 meses irregulares, descontando los ciclos lunares, era un hecho. Al comienzo de la conquista, (1.500), se le conocía como el calendario Juliano y estaba basado en el año sinódico de 365 días. El Gregoriano está basado en el año tropical de 365,242199 días.
Aunque la diferencia es pequeña entre años sinódicos y tropicales, no atenúa que el Calendario Gregoriano es una distribución irregular derivado de una tradición sacerdotal masculina (babilónica). Es una tradición de cálculo del tiempo basado en una división egipcia del círculo que es una división espacial y no temporal y en la cual todos los tabúes del número 13 están incluidos.