El siglo pasado se distinguió por desarrollar el "hacer" humano, generando grandes adelantos en el campo de la tecnología, en especial en las comunicaciones, posibilitando la "conexión total". Sin embargo, ¿es comunicación real hablar por teléfono, recibir una llamada y pedirle al interlocutor que espere "un minuto", para contestarla? El proceso de comunicación masiva y global, afecta significativamente nuestro estado de conciencia. Esta es la expresión del "hacer", y ya es tiempo de caminar en dirección al "ser".
Vivir, entrega experiencias y registros, que van construyendo una conciencia colectiva. En este momento histórico, comenzando la era de acuario aparecen oráculos en los que nos apoyamos para abrirnos y conocernos.
Aquí surgen Los Mayas, quienes legaron una conciencia de integración con lo natural, haciendo que la palabra sincronicidad, cobre un sentido trascendente.
Los Mayas han sido un misterio para la humanidad. ¿Por qué abandonaron, sin motivo, sus ciudades en el siglo IX, dejándolas intactas? ¿Cómo una civilización "aislada" y que carecía de telescopios realizara tales cálculos astronómicos y creara un calendario perfecto? ¿Cómo una civilización de silvícolas, en el siglo III inventó el cero, sofisticación matemática que llegó a Europa en el siglo XII? ¿Cómo pudieron predecir el final de los tiempos para el 2013 de nuestra era?
Un acercamiento a la conciencia Maya, la encontramos en los Yaqui en México, compartiendo la misma raíz Nahuatl. Con poblados diseminados en Puebla, Veracruz, Hidalgo, Estado de México, Guerrero, San Luis Potosí, Distrito Federal, Tlaxcala, Morelos y Durang. Con 21 variantes lingüísticas, su religión reconoce y respeta la "psiquis" de toda la naturaleza (nahualismo). Encontrando conciencia en una montaña, un río, el mar, las nubes, los animales, y todo lo que expresa "el pensamiento del sol central, o Hunab-Ku (dios central maya)". Más que una civilización, es una concepción de vida.