Arquitectura Sagrada y Armonía con el Cosmos

PorJorge Mendoza Vester y Sylvia Galleguillos

Introducción

En muchas de las antiguas culturas los seres humanos concebían su relación con el entorno y con el cosmos en estrecha armonía, porque ellos se imaginaban a sí mismos parte de ese cosmos y lo vivían en consecuencia.

La concepción de los espacios y la manipulación del entorno reflejaba sus [eco] visiones y representaba simbólicamente su concepción mágica del universo en una dimensión práctica y cotidiana.

Estos pueblos desarrollaron la construcción de sus viviendas, en algunos casos hasta un arte extraordinariamente sofisticado y en otros de una sencillez espartana, pero en todos ellos expresaron su concepción de la realidad, en un sutil juego de armonía y equilibrios de las fuerzas humanas y de la naturaleza. En este hermoso equilibrio, la armonía con la naturaleza representó siempre la mayor economía de vida, con innumerables beneficios para las relaciones humanas, la salud y la cultura.

Encontramos ejemplos de estos pueblos desperdigados por todas partes del globo terrestre y en todos los continentes. Su arte, ciencia o filosofía se ha denominado de múltiples formas: Feng Shui en China, Vastu en India. Y es posible descubrir muestras de esta dimensión y aplicaciónes en culturas tan distantes como los Dogón de África, en la arquitectura monumental de algunos los pueblos americanos precolombinos, así como también en los Mapuches de nuestro país.

Por cierto, la forma en que los pueblos conciben su realidad y visión de mundo es el impulso que los lleva a plasmar su entorno y sus viviendas de diversas y en algunos casos increíbles formas.