El Camino Iniciático y el Tarot

Presentación

En lo que sigue, vincularé el proceso que comienza con la iniciación y la iniciación misma y; el aprendizaje y la práctica del Tarot.

La idea central de estas líneas es que el estudio y la práctica del tarot, contribuye y es un vehículo facilitador del objetivo genérico propuesto por la mayoría de las instituciones iniciáticas, como es la transformación de cada uno de nosotros en mejores personas, para vivir de manera plena y contribuyendo a hacer de la sociedad un lugar más justo y feliz para todos.

Desarrollo

Ya que de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española iniciática(o) es un adjetivo “...relativo a una experiencia decisiva o a la iniciación en un rito, un culto, una sociedad secreta, etc.”; nos referiremos primero a la Iniciación y al camino que se abre con ella.

Por iniciación se entiende que ésta es una “Palabra derivada del latín «initiare», que tiene la misma etimología de «initium», inicio o comienzo, viniendo las dos de «in-tere», ir dentro o ingresar”1. Como vemos iniciación alude a una entrada o comienzo en un camino iniciático que hay que transitar a partir de ese momento. En este sentido, tal como nos indica René Guenón: iniciación “...es, en realidad, sino la transmisión inicial de la influencia espiritual en estado de germen, es decir, en otros términos, la vinculación iniciática misma.”

El camino iniciático en la literatura

Aún cuando en este trabajo haré mención al camino iniciático seguido en la regularidad de una organización habilitada para transmitir la iniciación, me referiré a la experiencia iniciática en la literatura y en el acervo cultural popular, ya que en ellos se encuentran una de serie de similitudes y regularidades interesantes para el desarrollo de este tema.

Tal vez, el que puede ser considerada como el primer viaje iniciático de la literatura es la Epopeya o Poema de Gilgamesh, la que es una narración sumeria en verso sobre las peripecias del rey Gilgamesh, la cual constituye la obra épica más antigua conocida. Esta obra escrita alrededor del año 2.300 a.n.e.; narra la historia del rey sumerio Gilgamesh, quien impresionado por la muerte de su amigo Enkidu emprende la búsqueda de la inmortalidad, la que lo lleva hasta los confines del mundo, donde encuentra una planta que devuelve la juventud; sin embargo, en su camino de regreso una serpiente se la roba y Gilgamesh vuelve a Uruk con las manos vacías, convenciéndose que la inmortalidad es sólo para los dioses.

En Occidente, La Odisea de Homero, escrita en el siglo VIII a.n.e., nos narra el camino iniciático del héroe Ulises. Éste al desafiar a los dioses, es condenado por Poseidón a vagar por los mares. Después de muchas tribulaciones, ayudado por Palas Atenea y su astucia, Ulises logra volver a Ítaca a los brazos de su amada Penélope. Al terminar la epopeya Poseidón le recuerda a Ulises que inteligencia no es lo mismo que sabiduría.

De la cultura griega hemos heredado los relatos de: el viaje de Orfeo a los infiernos para traer de regreso a su amada Eurídice, el de Psique que también va a los infiernos para traer la belleza y reencantar a Eros. De los griegos, también heredamos los viajes y aventuras de Jasón y los argonautas, de Perseo y de Hércules a quien me referiré más adelante.

En lengua hispana el ejemplo más conocido es Don Quijote de La Mancha de Cervantes quien deambula por la península extremeña enfrentando gigantes y a la búsqueda del Grial.

Sobre el Grial hay una hermosa y abundante literatura en Britania en la saga arturiana donde son sir Percival y sir Galahad quienes finalmente encuentran el Grial en el castillo del Rey Pescador.

Tremendamente explicito es el recorrido de Dante, un iniciado y conocedor del simbolismo, por los tres mundos de La Divina Comedia.

Finalmente no podemos dejar de mencionar El Hobbit de Tolkien, preludio de El Señor de los Anillos, magistralmente llevado al cine por Peter Jackson.

Y ya que hemos llegado al cine, vale la pena mencionar La Guerra de las Galaxias de George Lucas, la cual tiene algunas escenas memorables y de profundo contenido esotérico. Como por ejemplo, el episodio en que Luke Skywalker buscando un maestro para desarrollar sus habilidades como Jedi llega al planeta Dagobath donde encuentra al maestro Joda. Éste al tomarlo como aprendiz y constatando la extraordinaria presencia de la fuerza en él, con el riesgo que esto conlleva, decide someterlo a una prueba y lo envía a la Caverna Oscura y ante su entrada le indica en su enrevesada media lengua: “Traído aquí, la galaxia te ha. Tu camino, claramente, este es." A lo que Luke le inquiere: "Tú sabes lo que estoy buscando." Y Joda responde "Algo perdido. Además de ti, quizás. Eso que buscas, adentro, encontrarás.”.

Dentro de la cueva Luke se enfrenta a una ilusión de Darth Vader, a quien finalmente derrota en un duelo de sables láser apelando a su ira (el lado oscuro de la fuerza). Al quitarle la máscara a Darth Vader, Luke descubre que el derrotado tiene su propia cara, con lo cual, George Lucas nos indica que el verdadero enemigo que debemos derrotar en nuestro camino iniciático somos nosotros mismos.

Esta alusión tan precisa, Lucas la hace basándose en El Héroe de las mil caras obra de Joseph Campbell, estudioso de las religiones, que desarrolla el tema del héroe como camino iniciático en su obra. En ésta Campbell presenta el viaje del héroe en 12 episodios los que para efectos prácticos pueden resumirse en una triada: Separación – Iniciación – Retorno.

Volviendo a la iniciación vemos que ésta es la puerta de entrada o dicho en otros términos “es el puntapié inicial” a partir del cual comienza a desarrollar el verdadero trabajo el recién iniciado. Para que éste sea genuino y productivo son necesarias algunas condiciones previas y algunas herramientas, las cuales, las proporciona el ritual de iniciación.

Lo primero, como nos indica R. Guenón “...es es una cierta aptitud o disposición natural, sin la cual todo esfuerzo permanecería vano, ya que el individuo no puede desarrollar evidentemente más que las posibilidades que lleva en él desde el origen.”2 Por otro lado, la iniciación no es algo que ocurra en el exterior del individuo sino que acontece en el corazón de la persona y esto es condición necesaria para que se produzca una real transformación, “un nacer de nuevo a una nueva vida”. En caso contrario, comparto con Guenón la idea que la iniciación queda en estado latente o virtual, a la espera de su realización.

Las vías o caminos

Es habitual que en las sociedades iniciáticas sus miembros estén en ellas por diversas razones, entre las que se puede mencionar: los que buscan adentrarse en los misterios del esoterismo y el aprendizaje simbólico, quienes buscan la camaradería y fraternidad y, formas más espúreas que sólo buscan cultivar redes de poder para el propio beneficio.

En el terreno esotérico es clásica la división que hace la tradición hinduista que reconoce tres «vías» (o mârgas) que son: las de Karma, de Bhakti, y de Jnânâ...”3 En esta tradición cada uno de estos caminos está asociado a las tres cualidades básicas del universo (o «gunas»), a saber: bondad, pasión e ignorancia; las que dan constitución al ser humano y por tanto predisponen a un camino como más apropiado que otro, dependiendo de que cualidad predomine en cada persona (bondad, pasión o ignorancia). El camino del Karma corresponde a las disciplinas físicas como el hatha yoga, el qi gong o el tantrismo. El Bhakti al yoga devocional o el del corazón (y que el catolicismo conoce bien en la devoción a María y en los extremos que llevan a la auto-flagekación). Y el Jnânâa yoga que realiza prácticas meditativas.

De manera didáctica, acostumbro a decir, haciendo referencia al tantrismo y al camino energético de la columna, que hay una vía o método que tira desde arriba, el meditativo, el que trabaja desde el corazón a través de las emociones (el crístico por excelencia) y el que empuja desde abajo, asociado al yoga, las artes marciales, el yoga sexual.

Gurdjieff, maestro místico y divulgador de las enseñanzas orientales en Europa, propuso como vía, la del cuarto camino, donde los tres primeros caminos son los ya señalados: el del fakir, el del monje, y el del Jnânâ yoga. El cuarto camino o el del hombre astuto, al contrario de los otros que demandan aislamiento, debe llevarse a cabo en medio de la vida ordinaria y combina los otros tres, lo que lo hace más eficaz.

Una institución que sigue esta línea es la masonería, ya que el masón, al realizar su perfeccionamiento en los templos y en el mundo profano, se ajusta a este concepto. Sólo habría que señalar que la masonería, pone a la mano solo dos de estos caminos: el de Bhakti, a través de la fraternidad y el de la meditación a través de la reflexión sobre los símbolos y por medio de los rituales que los agrupa a ambos.

Simbolismo

Señalaba anteriormente, que la iniciación aporta también las herramientas para el desarrollo del aprendiz en el psico-drama que es el ritual de iniciación y para ello acude al simbolismo. La importancia del simbolismo en la transmisión de la enseñanza consiste en que es un modo de expresión enteramente diferente del lenguaje ordinario y permite expresar ideas y concepciones que no se dejan traducir íntegramente por palabras, llegando a ser de esta forma un lenguaje de orden universal. Como nos indica R. Guenón el:

“...símbolo es susceptible de interpretaciones múltiples, no contradictorias entre sí, sino, al contrario, completándose unas a otras, y todas igualmente verdaderas aunque procediendo de puntos de vista diferentes. Y, si ello es así, es que ese símbolo es la representación sintética y esquemática de todo un conjunto de ideas y concepciones que cada uno podrá captar según sus aptitudes mentales propias y en la medida en que esté preparado para su intelección. Y así, el símbolo, para quien llegue a penetrar su significado profundo, podrá hacerle concebir mucho más que todo lo que es posible expresar por palabras."4

En este trabajo destaco del ritual de iniciación, lo que me interesa en esta ocasión que es el contenido simbólico en su vínculo con el tarot.

Los tres viajes:

Examinemos los tres viajes del ritual de iniciación de acuerdo a la masonería.

La Torre

Primer Viaje: el aire. Como señala O. Wirth en su Manual del aprendiz

“Es la purificación por el aire, de las antiguas pruebas iniciáticas. El soplo impetuoso de la opinión general quebranta el andamiaje falso de las teorías personales.

El Tarot, libro hieroglífico que nos ha sido conservado bajo la forma de juego de cartas, nos recuerda esta prueba.

- Se ve a un hombre proyectado desde lo alto de una torre que el fuego del cielo decapita. Bajo el punto de vista moral, el primer viaje es el emblema de la vida humana. El tumulto de las pasiones, el choque de los diversos intereses, la dificultad de las empresas... El [candidato] ha subido a una altura de la cual habría sido lanzado a un abismo si no lo hubiera sostenido un brazo protector.”5

La Templanza

Segundo viaje: el agua

"El Iniciado debe también saber resistir a la atracción de las corrientes, a las que en la vida se abandonan las naturalezas vulgares. Le corresponde en particular, pensar por sí mismo, sin esclavizarse a las opiniones de otros. ...el hombre debe sostener constantemente combates, para rechazar las influencias corruptoras que lo rodean y pretenden dominarlo.

- El sabio sabrá, mantenerse alejado de los conflictos que las pasiones egoístas desencadenan alrededor de él."6

En este caso es La templanza, la que representa la situación del iniciado que ha alcanzado el auto equilibrio, es capaz de equilibrar las aguas y hacerse inmune a las presiones externas.

El Sol

Tercer viaje: el fuego

"El candidato impasible que avanza con paso firme, llega al término sano y salvo, después de haber estado tres veces envuelto en un manto de llamas. El marcha sin dificultad, no tropieza con ningún obstáculo, ni oye ruido alguno. La facilidad de este viaje es efecto de la perseverancia del candidato que a la fogosidad de las pasiones (llamas), ha sabido oponer la calma de la serenidad. Se ha hecho apto parajuzgar serenamente: es lo que le ha permitido penetrar hasta el foco central del conocimiento abstracto. - El Iniciado se mantiene en medio de las llamas (las pasiones) sin quemarse, pero se deja penetrar por el calor benéfico que de ella se desprende."7

En esta caso la asociación es con la carta El Sol, la cual es favorable en toda circunstancia, gracias a la energía benéfica que irradia del astro sol y que anuncia la realización de la Gran Obra.

El Tarot

Llegados a este punto necesitamos hacer referencia a este enigmático mazo de cartas que tanta divulgación tiene en el mundo profano y que es tan familiar para los masones. Por este motivo es necesario despejar algunos temas respecto a su origen, aclarar controversias respecto a su capacidad predictiva y explicar someramente en que consiste.

Historia

El tarot es un mazo de cartas cuyo origen no es conocido con precisión. Desde el punto de vista histórico los primeros mazos de los que se tiene noticia son los que aparecen en el siglo XV en Europa, hasta que toma forma definitiva en el mazo conocido como el Tarot de Marsella.8 La difusión de los primeros mazos es coincidente con la salida de Europa del feudalismo y con la irrupción de las logias operativas.

Respecto a los orígenes del tarot coincidimos con lo propuesto por O. Wirth en su obra El Tarot de los Imagineros de la Edad Media, descartando orígenes egipcios o de otra índole, lo cual no quiere decir por cierto, que sus símbolos no estén enrizados en las tradiciones mistéricas.

Siempre que surge el tema del tarot se plantea el tema de su capacidad de anticipar el futuro, ya que las personas más racionalistas objetan esta posibilidad. Primero que nada el tarot es un poderoso sistema simbólico y de auto-conocimiento y ésta es su primera y principal función; sin embargo, esto no descarta que en un concienzudo estudio de la situación no se pueda formar un escenario posible para quien está consultando, tal cual lo hace el meteorólogo cuando nos presenta el pronóstico del tiempo, el cual analiza un escenario complejo y basado en modelos y una función de probabilidad, intenta anticipar lo que ocurrirá en el futuro.

Qué es el tarot

El tarot que ha llegado a ser paradigmático en nuestros días es el mazo de Marsella. Este se encuentra compuesto por 56 arcanos menores divididos en cuatro pintas (imágenes de las pintas) cada una con cartas numeradas de 1 al 10 (imágenes) y cuatro figuras de la corte (imágenes). Otro grupo son los 22 arcanos mayores. Los 56 arcanos menores mas los 22 arcanos mayores totalizan 78 cartas. De estos los que nos interesan principalmente son los 22 arcanos mayores.

Claves de tarot

Veamos entonces los principales aspectos que le dan vida a un mazo de cartas. Un tarot cualquiera sea su versión tiene varios sistemas simbólicos que actuando de manera complementaria y en diferentes planos son herramientas para su lectura e interpretación. En forma sucinta, los principales que podemos mencionar:

La Fuerza

El símbolo o tema como por ejemplo en el arcano número XI, La Fuerza, que se asocia al primer trabajo de Hércules, la derrota del león de Medea o bien al héroe Gilgamesh que sostiene con suavidad un león contra su pecho.

Clave numérica, el arcano XI recién mencionado se puede reducir a numerológicamente a 2, resultado de sumar los numerales 1 y 1 que lo componen, obteniéndose el arcano número II, La Papisa, figura femenina asociada a la suavidad.

Clave astrológica. Que en esta oportunidad solo mencionaremos, sin profundizar en ésta ya que presenta una serie de complejidades ya que los principales autores no tienen acuerdo sobre la asociación entre astrología y tarot. Basta decir que es posible establecer esta asociación

Los Dos Caminos

Clave de colores, todos los mazos siguen una línea colorística. Un mazo bien diseñado, tiene la capacidad de apoyar a través sutiles claves de color el motivo central de cada arcano. Por ejemplo el arcano número VI, Los Enamorados representa la decisión de Hércules que antes de iniciar sus trabajos tienen que elegir entre la virtud y el placer. La carta nos muestra a un hombre acompañado de dos mujeres, una de ellas vestida de rojo (el placer) y la otra en un vestido azul (la virtud).

El Colgado

Formas y claves de la geometría sagrada. Señalemos como referencia que a partir del simbolismo del º punto o lo inmanifestado; la cruz + lo manifestado o binario; el triángulo ∆ la manifestación material y la forma geométrica más simple y el cuadrado □, el cuaternario, asociado a los cuatro elementos se desarrolla un completo lenguaje de formas simbólicas, como podemos ver en El Colgado, en la cruz formada por sus piernas.

Clave cabalística. Esta pauta de interpretación está ligada al árbol de la vida de la cábala, dicha representación conecta a través de 22 senderos las diez séfiras que la componen. (imagen)

Clave alquímica. Para ilustrar este punto mencionaré lo que dice O. Wirth en El tarot de los imagineros de la Edad Media al referirse a la carta Nº XIII. Traduzco del inglés “Cuando haya dado todo, se reducirá al estado de un esqueleto andante. Va a ser como muerto, y ellos dirán: carne ha dejado a los huesos. Cosechando las ilusiones del pasado que entonces preparar la tierra para las futuras cosechas. En el centro del conglomerado, sepulcral oscuridad el Niño Filosófico conocido como el Hijo de la Putrefacción tomará nacimiento.” O parafraseando del libro de Apocalipsis 2:7 de la Biblia Cristiana: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.”

Todas estas claves o lenguajes codificados hacen del tarot un extraordinario sistema simbólico, disponible para quien quiera hacer uso de él. Es tan consistente y sistemático este sistema que medio broma y medio serio, acostumbro a decirle a mis amigos psicólogos que el tarot es más científico que el Test de Roschard. Sobre todo este potente simbolismo tiene la facultad de despertar y desarrollar la intuición y las capacidades del hemisferio derecho del cerebro.

Detengámonos un momento sobre este punto. De acuerdo a la neuro-fisiología, si bien ambos hemisferios cerebrales son equivalentes anatómicamente, son especializados funcionalmente, donde el hemisferio izquierdo (de una persona diestra) está asociado a la capacidad lógica, el análisis, el cálculo, el lenguaje y distante de las emociones. El derecho es integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, y habilidades como las visuales, sonoras, artísticas y musicales.

Esto es de especial importancia para Occidente, ya que como se menciona, este lado del mundo padece de una exacerbación de la razón (punto que por espacio no podemos desarrollar en este artículo). Algunos autores señalan que las condiciones para esto, vienen de antiguo. Leonard Shlain señala en El alfabeto contra la diosa que el desarrollo de sistemas alfabéticos (como los semíticos – hebreos) generaron las condiciones para esta fuerte especialización cerebral, a diferencia de los sistemas ideográficos como el chino, más asociado al signo y por tanto a la comprensión global más que a la lineal.

Es aquí donde el tarot cobra una importancia capital como herramienta de acompañamiento en el camino iniciático, permitiendo equilibrar la tendencia habitual de los occidentales a inclinarse por la vía racional.

El estudio y la práctica de la lectura son un excelente complemento para equilibrar de manera natural el desarrollo de la intuición, la comprensión global y un acercamiento a nuestras emociones; a la vez que se incorporan y refuerzan los símbolos iniciáticos propios del contenido de los grados y los rituales.

Cábala árbol de la vida

El tarot, no es que coincida en una u otra carta con ciertos aspectos simbólicos de la masonería, sino que es un sistema coincidente con los tres grados de la masonería y también con los 33º del REAA. Por lo cual, es posible que uno u otro sistema se haya construido para ajustarse al otro.

Para ilustrar esta afirmación tenemos que presentar el árbol de la vida de la cábala y remontarnos a Inglaterra a mediados del siglo XVII.

De acuerdo al misticismo judío el árbol de la vida puede representar todas las relaciones existentes en el universo. Las diez séfiras que lo componen (mas una oculta Da'at) se encuentran relacionadas por veinte y dos senderos (como el total de arcanos mayores del tarot), esto totaliza la cantidad de treinta y tres elementos entre senderos y séfiras.

Las diez séfiras se encuentran organizadas en tres columnas, la de la izquierda la del rigor agrupa a tres séfiras, la de del medio (equilibrio) a cuatro y la de la derecha (misericordia) otras tres.

En la fecha señalada, Elias Ashmole incorporó la cábala en el simbolismo masónico (en la primera versión documentada que existe de este enfoque) y asigna la distribución de los oficiales al interior del templo de acuerdo al árbol de la vida.

Al vincular las diez séfiras, más la oculta y los 22 senderos del árbol con los 22 arcanos mayores tenemos un sistema de 33 elementos, tal cual el sistema de grados del REAA. Este complejo sistema simbólico representa una cosmogénesis que fluye en dos sentidos. Cuando desciende de lo alto representa la creación (Ein Sof) que se va materializando gradualmente hasta la séfira inferior (malkut, el reino) que corresponde al ser humano. En su sentido ascendente, corresponde a la evolución humana hasta alcanzar la trascendencia espiritual.

Templo y oficiales

Las herramientas del mago

Por ultimo quisiera mencionar que el tarot en el camino iniciático puede ser abordado de dos formas: como instrumento de aprendizaje simbólico y auto-conocimiento o de manera oracular. Cuando se elige esta última forma, se abre un mundo enorme de posibilidades y se pone al alcance del lector de cartas un nuevo set de herramientas, las que si son usadas con responsabilidad acompañarán a quien está realizando su transformación interior y le proporcionarán una comprensión más amplia de la naturaleza humana.

Un lector avezado debe conocer, además de lo señalado previamente, algunos elementos que denomino las herramientas del mago y que por extensión me limitare solo a mencionar:

Debe ser un experto en ritual, ya que en cada lectura la puesta en escena contribuye a crear el ambiente y a disponer positivamente al consultante

Tener capacidad de empatizar con el consultante, acudiendo al conocimiento del lenguaje corporal y las herramientas de la psicología moderna.

Tener clara su responsabilidad, descartando de plano la “magia negra”.

Y por sobre todo, el lector debe trabajar consigo mismo, tal cual se pule un espejo, para devolverle al consultante la imagen menos distorsionada posible de su situación, evitando que los propios intereses y visiones alteren esa imagen.

Conclusiones

En las líneas precedentes hemos efectuado un análisis del camino iniciático que surge de la iniciación y he señalado que la iniciación verdadera ocurre en el corazón. Sin cambio, a este nivel emocional, la iniciación puede quedar como una cuestión puramente formal y en estado de latencia.

Se pueden alcanzar todos los grados posibles, cumpliendo con los requisitos formales de antigüedad, asistencia, etc., pero si no ha ocurrido este cambio profundo en el corazón, es como si la iniciación no hubiese tocado al que sigue el camino iniciático.

Uno de los riesgos más grandes del iniciado es una comprensión puramente intelectiva, racional del camino iniciático. Ya que como nos indica Kant, la razón es un instrumento poderoso para conocer y agrego tentador, pero las cosas más importantes de la vida escapan a su comprensión, como el amor, la felicidad y tantas otras.

En este sentido, el tarot es un muy apropiado compañero, el cual a través del símbolo permite combinar el conocimiento intelectual con el intuitivo y sensible y pone en contacto en forma permanente con las emociones.

Bibliografía

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Wirth Oswald. El Tarot de los Imagineros de la Edad Media.