SEXUALIDAD TRANSORGÁSMICA (I parte)

Por Francisco Moreno Téllez

Sexualidad Transorgámica

La sexualidad tántrica es, lo mismo que la taoísta, una sexualidad transorgásmica. También recibe el nombre de "alquimia sexual" pero la elección del término "transorgásmico" obedece al hecho que a lo que apuntan esas disciplinas es a "trascender" el orgasmo tal y como lo conocemos. Es verdad que aquí tanto el hombre como la mujer experimentan un goce muy intenso, pero es de otra índole, un "transorgasmo"2.

La razón de esta diferencia se debe a que para tántricos y taoístas, el orgasmo, entendido como descarga genital, viene a significar el término abrupto de la relación. El placer que se experimenta es intenso, pero breve; luego sobreviene el cansancio y el sueño que es más evidente al menos en el varón. Luego de consumado el acto sexual es común sentir una sensación de vacío, debido a que los órganos sexuales, así como el cuerpo en general, quedan literalmente "vacíos" de energía.

El aspecto afectivo también se ve mermado por el orgasmo explosivo, puesto que la atracción que provocaba las más maravillosas sensaciones afectivas en los amantes, decae abruptamente. El estar y sentirse enamorado tiene ciertamente una base fisiológica y energética; con el orgasmo sobreviene la pérdida de ese estado de conciencia. El amor es una "potencia" que se nutre de nuestro nivel bioenergético. Si este nivel es alto nos sentimos fuertes y animados, inspirados y enamorados; si es bajo es lo contrario. Cuando sobreviene la descarga el potencial bioenergético necesariamente decae, dejando la mayoría de las veces a los amantes con una sensación de desconexión más o menos evidente. El afecto y el amor en la pareja en ese sentido son esenciales, pues operan como paliativos, es decir, ayudan a que pese a la pérdida de la energía prevalezca un sentimiento de unión y mutua gratitud. Empero –se recalca- eso no impide seguir considerando al orgasmo como un "término" o "corte".

En todos los libros actuales de tantra y taoísmo se habla simplemente de "orgasmo" pero entendiéndolo no como explosión o descarga energética, sino como plenitud o estado de máximo éxtasis durante la cópula. Para efectos de diferenciarlo se prefirió el término "transorgasmo", y para mostrar su cualidad de ser una experiencia que se consigue sólo cuando se es capaz de ir "más allá" del orgasmo común.