SEXUALIDAD TRANSORGÁSMICA (II parte)

Por Francisco Moreno Téllez

Talleres de Sexualidad Tántrica en Pareja

Después de la práctica

Luego que la pareja ha estado unida y decide concluir su acto de amor, se separan suavemente. Esta última fase de "después de" debe ser observada con cuidado, puesto que es el momento en que los órganos sexuales están llenos de energía. El varón, dado que no eyaculó, conserva su erección intacta. Tanto él, como la mujer deben continuar abrazados restregándose, el uno al otro. Ambos siguen respirando y subiendo la energía desde los genitales.

Conviene también secar los fluidos que inundan la entrepierna porque eso incide en que la energía pueda quedar afuera y dé una sensación de "quedar abierto" o expuesto al enfriamiento. Secarse entonces es una forma de "cerrar la puerta".

Al mismo tiempo se debe evitar el enfriamiento violento. La explicación es simple: la energía sexual es como el vapor; cuando los conductos se enfrían, la energía, en lugar de subir, se condensa. El resultado es que sentimos dolor y pensamos que practicar la sexualidad transorgásmica es dañino. Por eso es necesario continuar circulando la energía hasta que volvamos a la normalidad.

Finalmente hay que recalcar que al principio es normal sentir dolor o molestias tras la práctica. Eso se debe a que el cuerpo en un principio no está acostumbrado a trabajar de esta forma. Pensemos en la primera vez que fuimos al gimnasio o en nuestra primera clase de danza.