Por Francisco Moreno Téllez
Talleres de Sexualidad Tántrica en Pareja
Un tercer aspecto es la estimulación de zonas erógenas o de placer. En general mientras más localizado esté el placer en los genitales, más difícil es controlar la energía. Aprender a estimular otras zonas del cuerpo, preparadas para dar y recibir energía contribuirá a un mejor control y sensación de gozo totalizada.
Previo a la penetración, debe existir un preámbulo amoroso donde, por medio de caricias y suaves besos, los amantes puedan magnetizar y llenar de energía las distintas zonas de su cuerpo. Esto incluye labios, senos, pezones, cara, cuello, espalda, caderas y nalgas, entre otras. Mientras más activas estén esas zonas más liberados estarán los genitales; por otra parte, el éxtasis transorgásmico se asocia con una sensación total de placer que algunos han llamado orgasmo corporal (diferente del genital).
Así, durante el acto sexual, por medio de besos y abrazos, dejamos de pensar tanto en el placer genital y nos abrimos a la experiencia corpórea.