Bradford Keeney uno de los más agudos pensadores de la nueva generación de terapeutas de EEUU y un investigador y seguidor de las prácticas chamánicas ilustra cuan variable puede ser nuestra percepción de la realidad, a través de una experiencia como profesor universitario.
"...Castaneda contó de qué manera su maestro, don, Juan, lo ayudó a desmantelar por completo su experiencia sensorial y a reorganizarla luego. Como brujo, Castaneda afirmaba que en el mundo que tenía ante sí nada importaban las unidades fundamentales de la "realidad" convencional; en ese mundo él podía volar como un cuervo, aparecer en varios lugares a la vez, hablar con los coyotes y atraer a los espíritus. En esa época me tocó dar un curso sobre Castaneda en una pequeña universidad del Medio Oeste norteamericano. En la primera clase, presenté material que "demostraba" la autenticidad de los trabajos antropológicos de Castaneda... Salí al paso de todas las manifestaciones de escepticismo de mis alumnos con "pruebas convincentes" tomadas de diversas libros que se ocuparon del fenómeno Castaneda... Comencé la segunda clase pidiendo disculpas a los estudiantes por haberles jugado una treta: les confesé que los libros de Castaneda eran un fraude, y que mi propósito en la clase anterior había sido mostrarles con qué facilidad podía persuadirlos a aceptar una argumentación irracional mediante ciertas proposiciones que gozaban de "autoridad". Traje a colación otras pruebas que "demostraban" bien a las claras la falsedad de las descripciones de Castaneda...
La semana siguiente volví a disculparme. Esta vez declaré a mis alumnos que los había embaucado exponiéndoles argumentos unilaterales contra Castaneda y su obra, del mismo modo en que antes había defendido su autenticidad. Les expliqué que era menester prepararlos así para llegar a un punto en que fuera posible formular interrogantes más profundas. Ahora resultaban evidentes ciertas cuestiones problemáticas: ¿Qué criterios se presentan en cada contexto particular para distinguir los hechos reales de la ficción?
La propia dicotomía entre lo que es ficción y lo que no lo es, ¿no surgirá acaso de una determinada concepción del mundo? ¿Hasta qué punto es real lo real?"
Y para más antecedente refuerza su planteamiento con una experiencia que es clásica en esta materia.
"La idea de que la realidad vivencial es construida por nosotros fue ilustrada por Puharich (1962), quien reunió a un grupo de estudiosos y los llevó a la India para observar a un faquir. Todos vieron que éste lanzaba al aire una cuerda y trepaba por ella -la célebre treta hindú de la soga-. Todos y cada uno de los estudiosos, repito, testimoniaron haber visto que esto sucedía. No obstante, cuando se proyectó la película filmada en esa ocasión resultó evidente que, después de que el faquir arrojara la cuerda al aire, aquélla había caído al piso, mientras todos permanecían en el mayor silencio. Los allí presentes habían construido un mundo de experiencia que la película cinematográfica no pudo registrar."