En nuestra vida cotidiana, las inquietudes metafísicas y las necesidades de trascendencia suelen ir corriendo por un carril paralelo al de las innumerables preocupaciones de la vida cotidiana. Sin embargo, reflexiones sobre la realidad nos asaltan desde lugares inesperados. Hemos tenido recientemente la oportunidad de ver en el cable, una película que sin mayores pretensiones, hace una aporte valioso a una comprensión de cuan programada es nuestra percepción de la realidad.
En esta sorprendente película dirigida por Peter Farrelly, el protagonista (Jack Black), un tipo obsesionado con las mujeres bellas tiene un cambio en su vida cuando un gurú de la autoayuda lo programa para dejar de fijarse en el aspecto externo y ver la belleza interior. Producto de ello se enamora de la mujer (Gwyneth Paltrow) más hermosa que ha visto hasta entonces. Sin embargo esa hermosa mujer es para los demás, una gorda enorme, indigna de su amor (almenos desde los canones que solía compartir con sus amigos hasta entonces. Es así que surge el conflicto con los más cercanos que no entienden qué es lo que le sucede. Su mejor amigo decide hablar con el gurú para que lo desprograme y vuelva a la realidad.
La respuesta del experto en autoyuda es sorprendente. Él señala que en realidad, lo único que ha hecho con su amigo es "despertarlo", ya que todos sus conceptos sobre belleza, son conceptos aprendidos e influenciados por la cultura y los medios de comunicación. De hecho, el protagonista cuando es desprogramado, toma conciencia de las dos realidades que ha estado viviendo y decide volver a aquella donde ve a las personas por su belleza interior. A esas alturas el espectador, acostumbrado a compartir con el protagonista la belleza de los personajes tal como él los ve en su capacidad de ver el mundo interior, tiene solo destellos de ese supuesto otro mundo real. Así también los espectadores debemos dar el salto con él y entender que personaje es quien y cómo se alteran las percepciones al retomar su antiguo estilo de "ver " el mundo.
Por cierto, la película que está llamada a ser considerada un clásico en esta área, Matrix, realiza reflexiones epistemológicas, que incluso requieren verla en más de una oportunidad para una comprensión más completa de estos aspectos.
Matrix Dirigida por los hermanos Andy y Larry Wachowski plantea otro ejemplo donde el mundo real se entrecruza con el mundo virtual. Donde encontramos dos realidades, la vida que supone vivimos y otra vida en el trasfondo de la conciencia, una es una vida en sueños, la otra es la "Matrix".
Los personajes tienen la posibilidad de circular por múltiples realidades, lugares donde las leyes físicas, biológicas y del tiempo pueden ser superadas por la imaginación y la voluntad. La idea del mundo onírico, tan antigua como la humanidad: "¿Alguna vez tuviste un sueño, que estabas tan seguro de que era real?", pregunta Morpheus (Laurence Fishburne ) a Neo (Kenu Reeves) en una de las partes del film. Durante el film uno queda permanentemente con la sensación de no saber en cual de las realidades está acaciendo la acción y suceden cosas en realidades adentro de otras realidades, al más puro estilo Alicia en el país de las maravillas .