Con este panorama, no es de extrañar que los mapas que hemos construido sean en muchas ocasiones, mapas limitantes y pobres porque no reflejan, en su naturaleza, la verdadera condición de lo que significa ser un Ser Humano.
Sin darnos cuenta nuestro mapa de la realidad toma el control y se convierte en la realidad misma; pensamos y sentimos que ese es el mundo real, y nuestra existencia se torna aburrida o dolorosa con algunos espacios de felicidad.
Nuestro lenguaje carece de la fuerza de la palabra porque muchas veces las pronunciamos sin pensar en lo que decimos. Hemos olvidado en definitiva lo que significa vivir desde la congruencia que nos da la fuerza espiritual. La alineación de nuestro pensamiento, palabra y acción y desde esa realidad interior vivir la vida.
Un mapa que abarque esta circunstancia es aquel que envuelve y danza con el Espíritu porque se sabe parte de Él; y desde ahí vive la vida. La conciencia se expande para comprender que en la vida encontramos todo aquello que necesitamos para crecer. Que cada día nos ofrece una gran oportunidad para madurar nuestras ideas y sentimientos porque la vida es la gran maestra. De esta manera, el viaje se inicia con una danza entre nuestro mundo interior y el mundo exterior, ambas realidades interactúan y conspiran para que logremos nuestra meta.
En las sociedades indígenas, esta realidad natural se traduce en senderos que recorremos desde nuestro interior para comprender la enseñanza global de la vida. Esta comprensión radica, en parte, en descubrir que nuestros aliados y adversarios no habitan en ninguna realidad externa a nosotros, sino que los llevamos dentro.
El robo de energía se hace evidente cuando caemos víctimas de pensamientos obsesivos y emociones destructivas, quedamos agotad@s, exhaust@s, y basta con observar cómo se traduce esto en nuestras vidas para darnos cuenta de la manera en que perdemos energía psíquica y emocional. Hábilmente, somos dirigid@s hacia el pasado o al futuro para alejarnos de nuestro presente que es en donde está la acción porque sólo en el presente actuamos. El pasado es historia y el futuro una ilusión, pero el presente existe y estar en ese tiempo y espacio es lo que nos da poder.