por Rod Fuentes
1 Pídale a la persona que hable muy brevemente de su fobia. Observe (calibre) sus reacciones, sudoración, palidez, tics, etc. Mientras habla de ello. No insista en este punto pues es muy doloroso para una persona fóbica hablar de ello y completamente innecesario, excepto solo para que usted observe sus reacciones físicas y de lenguaje (tono, intensidad y velocidad de la voz) y las pueda comparar con lo que observará en los puntos 5, 9,11 y 13.
2 Pídale que califique su fobia en un a escala de 1 al 10. Y anote por escrito esa calificación. Lo que podríamos llamar un "fobómetro" (medidor de la intensidad de la fobia).
3 Dígale que imagine por 20 segundos lo que sería estar libre de la fobia. Cómo vería el mundo, escucharía, sentiría, olería y gustaría todo estando libre de la fobia. Pídale que se META REALMENTE EN EL FUTURO y SIENTA, en su cuerpo de más edad, esa sensación de ESTAR COMPLETAMENTE LIBRE DE LA FOBIA (con el objeto de educar a la mente a esta idea).
4 Identifique el momento en que la persona adquirió la fobia, o bien algún momento en que la fobia se manifestó con mucha intensidad o –también puede servir pero siempre es preferible lo anterior- que visualice un instante en el futuro cuando vaya a someterse a aquello que le ocasiona la fobia (insecto, incendio, terremoto, etc). Toda la escena hasta el momento en que ya terminó el episodio de la fobia y está realizando alguna otra cosa distinta en algún otro lugar.
5 Ubique a la persona cómodamente sentada sobre un sillón o silla y observando una pantalla de cine o TV imaginaria a una distancia de dos o tres metros. Y que imagine sobre sus piernas un teclado electrónico con cuatro botones: Uno le permite poner la película en blanco y negro como esas películas antiguas de los años 1940, el segundo permite alejar o acercar la pantalla, el tercero permite agrandar o achicar el tamaño de la pantalla y el cuarto darle movimiento y velocidad a la película. Y pídale que apriete el primer botón digital de calidad blanco y negro y lo deje allí hasta todo el tiempo hasta que se le diga lo contrario. Y que ajuste con los botones dos y tres el tamaño y distancia de la pantalla imaginaria y que cuando eso esté OK, ponga en marcha la película mediante el botón de velocidad. Y que lo haga a la velocidad que a le agrade o desee. Esto lo hará en el punto 5
6 Habiendo puesto en marcha la película a la velocidad que DESA DIRIGIR LA EXPERIENCIA, pídale –entonces- que observe en esa pantalla imaginaria el episodio del punto 1 completo. Y que lo haga varias veces. A distintas velocidades si lo desea. Y volviendo a ajustar con los botones la distancia y el tamaño de la pantalla imaginaria. Mientras lo hace usted observe (calibre) atentamente sus reacciones, sudoración, palidez, tics, etc. Compárelos en su mente con lo observado en el punto 1. Si la persona está realizando bien este ejercicio las manifestaciones deberán ser bastante inferiores a aquellas observadas en el punto 1. Si no es así pídale que aleje un poco más la pantalla y haga los ajustes que le sea necesario para que el ver la película no le resulte molesto.
7 Habiendo completado lo anterior vuelva a medir con el "fobómetro" la intensidad de la fobia. Pídale que califique su fobia ahora, después de haber hecho lo anterior, en una escala de 1 al 10. Y anote esa calificación. Si realizó bien el paso anterior la fobia debiera haber disminuido en algunos puntos y señala que se está curando. Y continúe con el paso siguiente.
8 Pídale ahora que imagine que sale de su cuerpo (como un viaje astral) y se mete dentro de una cabina de proyecciones, también imaginaria, desde donde se proyecta la película sobre la pantalla imaginaria. Y que se ubique detrás de un vidrio grueso DENTRO de la cabina –quedando esta vez más lejos todavía de la pantalla- y desde allí observa su propia persona abajo mirando la película y la pantalla a la misma vez. Todo esto, por supuesto, de forma imaginaria, dentro de su mente.
9 Pídale que observe que la película comienza de nuevo. Estando él observándose a si mismo allá abajo viendo y dirigiendo la velocidad de esa película que comenzó a proyectarse (todavía en blanco y negro). Mientras detrás del vidrio grueso observa todo esto y al mismo tiempo que por detrás de su cabeza escuche voces muy agradables que le dicen "felicidad y alegría". Y comience a escuchar también y al mismo tiempo una música muy divertida o agradable a todo volumen dentro de la cabina de proyecciones. Todo esto mientras la película se proyecta en la pantalla imaginaria. Pídale que haga esto varias veces (que la película se proyecte varias veces). Mientras usted nuevamente observa (calibra) sus reacciones físicas. Si todo está realizándose bien éstas debieran ser notablemente inferiores al punto 1 y 5.
10 Habiendo completado lo anterior vuelva a medir con el "fobómetro" la intensidad de la fobia. Pídale que califique su fobia ahora en una escala de 1 al 10. Si realizó bien el paso anterior la fobia debiera haber disminuido notablemente varios puntos más y señalar que la fobia está desapareciendo. Continúe ahora con el paso final.
11 Habiendo terminado de pasar la película varias veces, pídale que congele la película en la última escena y desde la cabina de proyecciones que vuele hasta el interior de la pantalla a la última escena cuando ya ha terminado el episodio con el agente fóbico (insecto, terremoto, asaltante, etc.) y está haciendo algo distinto. Y que estando dentro de su propio cuerpo dentro de la película imaginaria, sintiendo su piel y cuerpo dentro de la película, oliendo lo que allí ocurre, mirando todo cara a cara dentro de la situación, que sienta que la película es rebobinada a toda velocidad pero en sentido contrario. Como se hace en esas jugadas repetidas de las escenas de fútbol, cuando alguien mete un gol y retroceden para revisar la jugada. Y la pelota desde dentro del arco vuela hacia atrás nuevamente hasta el pie del futbolista, etc. Que esto mismo ocurra de tal forma que todo lo viva en reversa DENTRO DE LA PELICULA y en solo 3 segundos. Al mismo tiempo que sigue escuchando en sus oídos las palabras "felicidad y alegría" de voces agradables y una música muy divertida o grata a un volumen muy intenso y audible.
12 Pídale que haga esto varias veces y cada vez MAS RAPIDO hasta que las ultimas veces lo haga en menos de un segundo.
13 Habiendo completado lo anterior vuelva a medir con el "fobómetro" la intensidad de la fobia. Pídale que califique su fobia ahora en una escala de 1 al 10. Y luego que hable de su fobia con el objeto de observar (calibrar) sus reacciones nuevamente como lo ha hecho en los demás puntos de esta terapia. Si todo se ha realizado bien la fobia debiera haber desaparecido completamente
14 Pídale que vuelva a estar mirar la pantalla imaginaria desde la silla. La pantalla ahora estará completamente vacía. Pídale que tome una antorcha imaginaria y que QUEME COMPLETAMENTE LA PANTALLA Y LA PELICULA. Que la vea arder hasta transformarse en cenizas.
15 Después de eso cambie el tema de la conversación a algo rutinario -por uno o dos minutos- y pídale entonces que piense estar en contacto con lo que le ocasionaba la fobia. Calibre nuevamente sus reacciones. Finalmente pídale que imagine tres situaciones diversas –en el futuro- al día siguiente, tres meses más tarde y cinco años más tarde en que se encontraría con el agente de la fobia (araña, insecto, asaltante, etc.) Mientras usted le dice desde detrás de su cabeza las palabras "alegría y felicidad" unas treinta-cuarenta veces.
16 Si está todo OK. Pídale que sienta esa sensación de estar libre de la fobia en el futuro, en cada instante, mientras usted le dice desde detrás de su cabeza con voz agradable las palabras "alegría y felicidad" varias veces más.
17 Si ha detectado que la fobia no está completamente curada pídale que repita todos los pasos nuevamente cuando esté solo durante la semana siguiente en su propia casa hasta habituar su mente al cambio. Si después de eso todavía se manifiesta la fobia siga con el método dos o bien acuda a un experto en PNL.
Nota importante: Si la fobia está REALMENTE curada en el paso 13 prepárese para todo tipo de reacciones sorpresivas. La persona puede –me ha pasado personalmente- en algunos casos negar completamente que tuvo esa fobia. O bien decir que "no se trataba de ese tipo de arañas o insectos" sino de algún tipo exótico, distinto, o raro de ver, etc. O que ahora se siente bien pero que "tendría que probarlo cuando esté realmente frente a lo que le ocasionaba temor", etc. Esto es natural. La mente consciente no puede aceptar que algo tan simple pueda provocar un efecto tan poderoso. Y no puede aceptar haber vivido tanto tiempo con algo que puede curarse en minutos. Es un golpe duro al ego y a las creencias personales.