Sin embargo, a pesar de que lo anterior tiene sentido y parece ser una forma de entender nuestra experiencia que es muy integradora, democrática, matrística, etc. todavía hay una fuerte corriente científica, objetivista, excluyente, patriarcal que pone resistencia a este nuevo paradigma. Hay contradicciones muy profundas que operan día a día.
No estoy en contra en ningún caso de la ciencia, pero sí creo que debemos poner a la ciencia entre paréntesis al igual que con la objetividad. Hay un intento constante y absurdo de mantener una objetividad como si se pudiese hablar de objetividad como tal. Por un lado, muchas personas hablan de un constructivismo pero no lo llevan a la práctica, y por otro, hay otro grupo de personas que simplemente no puede dejar de entender que no se puede hablar de una realidad independiente al sujeto. Por ejemplo, en la psiquiatría para diagnosticar un tipo de depresión se debe observar si "existe estrés ambiental (real o percibido) crónico…" (DSM IV) En aquello no se considera la experiencia del sujeto, porque si fuese así daría lo mismo si es real o percibido porque para la persona que vive el sufrimiento es lo mismo.
En este ámbito me ha tocado vivir momentos en donde opera la objetividad sin paréntesis en un contexto completamente patriarcal, en donde psicólogos creen que tienen la autoridad, el poder, y hasta la soberbia de reírse de las contradicciones de alguien que sufre una depresión y está en el psiquiátrico, como manera de enseñar a sus alumnos acerca de la conflictos ajenos.
A lo mejor fue un caso particular que me tocó experimentar, pero de todos modos es algo que debe cambiar, ya que siempre debemos estar reflexionando acerca de la ética y la humildad, por muy expertos que seamos. (Cuando digo ética, me refiero a la revisión de nuestro marco valórico emocional, no desde lo correcto o incorrecto)
Como dice Maturana, estamos ante una ceguera cultural debido a la separación del cuerpo y la mente, del observador y lo observado y del ser humano y su naturaleza. Son aspectos de nuestra experiencia que debieran ser inseparables, ya que son completamente recíprocos. Aquello nos ha llevado a la ceguera de las emociones, de la corporalidad y una limitada comprensión de la naturaleza. Además, siempre estamos mirando hacia el futuro para encontrarnos con nuestra identidad, sin vivir en el momento, en el presente.