Posteriormente, nace la Cibernética de la Cibernética o de Segundo Orden siendo su principal exponente Von Foerster.
Para él, la reintroducción del observador y la pérdida de la neutralidad son requisitos para una epistemología de los sistemas vivientes. El objeto de estudio pasa a constituirse en el observador, por lo que el conocimiento pasa a ser inseparable de la acción (Jutorán, 1993).
Considero que lo más importante de esta cibernética, es que abre un espacio para la reflexión del propio comportamiento, otorgándole énfasis a la responsabilidad y la ética, ya que no somos descubridores de un mundo exterior a nosotros, sino inventores de la propia realidad, y por lo tanto, responsables de nuestras propias invenciones.
A partir de lo anterior, este ensayo analizará el aporte de la Cibernética de Segundo Orden a la Psicología, y específicamente al enfoque sistémico. Se dará énfasis en discutir las principales ventajes y desventajas de esta Cibernética y cuáles han sido sus contribuciones específicas a la hora de realizar terapias.
La cibernética de Segundo Orden se podría decir que es salto de la caja negra a la caja negra más el observador. Esto quiere decir que es una manera de señalar la inclusión y participación de los observadores en el sistema, el observador es situado como parte integral del sistema observado acordando su propia finalidad (Keeney, 1987).
El observador ya no conoce una realidad mirándola desde afuera, sino que la conoce desde adentro, por lo que su subjetividad está presente en todo momento, no la puede dejar de lado, y por lo tanto las observaciones carecen de neutralidad.
Considero que esto tiene mucho sentido, porque para mí el acto de conocer es siempre en base a la relación sujeto-objeto, siendo un error tratar de separarlos, ya que es precisamente en esta relación en donde se produce el conocimiento.
No podemos conocer la realidad poniéndonos en una posición externa a ella, ya que nosotros mismos somos parte de esa misma realidad, de ese mismo contexto que queremos definir. No es posible efectuar una descripción si el observador no goza de las propiedades que le permiten hacer tales descripciones, por ende la objetividad carecería de sentido (Keeney, 1987).