Para mí, esta línea de pensamiento es congenial. He sostenido que somos más sabios que nuestros intelectos, y que nuestros organismos como un todo tienen una sabiduría y un propósito que va bien más allá de nuestro pensar consciente. Creo que esta idea se aplica a los conceptos que he venido presentando en este relato. Pienso que los hombres y las mujeres, individual y colectivamente, están interior y orgánicamente rechazando la idea de una realidad única aprobada por la cultura Creo que nos estamos moviendo inevitablemente hacia la aceptación de millones de percepciones de la realidad, individuales, separadas, desafiantes, excitantes, informativas. Considero posible que esta visión -como el repentino, y separado descubrimiento de los principios de la mecánica cuántica por parte de los científicos de diversos países, podría comenzar, a tomar existencia efectiva en muchas partes del mundo a la vez. De ser así estaremos viviendo en un mundo totalmente nuevo, diferente de cualquier otro en la historia. ¿Es concebible que un cambio tal pueda llegarse a producir?
Aquí reside ese desafío a los educadores -probablemente los más inseguros y asustados entre todas las profesiones- cañoneados por las presiones públicas. Limitados por restricciones legislativas esencialmente conservadoras en sus reacciones ¿Podrán posiblemente defender una visión de múltiples realidades como la que he estado describiendo? Podrán comenzar a desencadenar los cambios en las actitudes las conductas y los valores que demanda tal visión del mundo. Ciertamente por ellos mismos no pueden. Pero con el cambio subyacente en lo que Whyte llama "la tradición inconsciente" y con la ayuda de la nueva persona que yo y muchos otros vemos emergiendo en nuestra cultura, es concebible que tal cosa llegue a suceder.
Concluiré diciendo que si las naciones siguen sus sendas del pasado, entonces, debido a la velocidad de la comunicación mundial de puntos de vista separados, cada sociedad tendrá que ejercer más y más coerción para lograr un acuerdo forzado en lo que constituye el mundo y sus valores. Estos acuerdos coercionados diferirán de nación en nación de cultura en cultura. La coerción destruirá la libertad individual. Detonaremos nuestra próxima destrucción mediante choques causados por diferentes visiones del mundo.
Pero he sugerido una alternativa. Si aceptamos como un hecho básico de toda la vida humana que vivimos en realidades separadas; si podemos ver estas realidades diferenciadas como el más promisorio recurso para el aprendizaje en toda la historia del mundo; si podemos vivir juntos a fin de aprender el uno del otro sin miedo, entonces una Edad Nueva puede estar amaneciendo. Y quizás -solamente quizás- la honda sensorialidad orgánica de la humanidad este pavimentando la ruta hacia semejante cambio.