LA TOTALIDAD DE LA VIDA

Biografía:Jiddu Krishnamurti

II Desde la negación surge lo positivo llamado amor

Supongamos que vivo entre acciones contradictorias y viene alguien y me dice: "Esté alerta a ello". Yo le pregunto: ¿Qué entiende usted por estar alerta a ello? El estado de percepción alerta no es posible cuando usted opta, cuando dice: "Me gusta esta acción en particular, quisiera quedarme con ella; por favor, ayúdeme a evitar toda otra acción." Eso no es percepción alerta; eso es escoger una acción determinada que parece más satisfactoria, más cómoda, más gratificadora, más provechosa, etc. Cuando hay opción no hay una completa percepción alerta. Si uno está totalmente alerta, no hay problema; entonces existe una acción que es continua, sin grietas y, por lo tanto, es una acción holística. Eso es tener una mente sana, lo cual implica no estar comprometido con ninguna forma particular de creencia, dogma o ideal, con nada. Es tener una mente capaz de pensar con claridad, directa, objetivamente. Esa acción llega uno a encontrarla en el proceso de la meditación.

Descubrir qué es la meditación, implica darse cuenta de que cualquier conocimiento previo acerca de lo que uno piensa que es la meditación, bloquea toda posibilidad de explorar. Es absolutamente necesario estar libre de toda autoridad psicológica. ¿Qué es lo que se requiere en la investigación? ¿Se requiere concentración, atención o percepción alerta? Cuando uno se concentra, toda la energía está localizada en algo particular, uno resiste y rechaza todos los pensamientos que interfieren. En la concentración uno está ofreciendo resistencia. Pero en el darse cuenta de los propios pensamientos, no hay concentración; la percepción alerta no consiste en escoger el pensamiento que a uno le gustaría; uno está simplemente alerta. De esta percepción alerta surge la atención. En la atención no existe un centro desde el cual uno esté atendiendo. Esto es realmente muy importante que se comprenda, es la esencia de la meditación. En la concentración hay un centro desde el cual uno se está concentrando sobre una idea, o una representación mental, o alguna imagen, etc.; uno está ejercitando energía en la concentración, en el acto de resistir; está erigiendo un muro de modo tal que no pueda introducirse ningún otro pensamiento; y en ello debe haber conflicto. Para eliminar totalmente el conflicto, uno debe darse cuenta, sin opción alguna, de sus pensamientos; entonces no hay contradicción ni resistencia con respecto a ningún pensamiento. De ahí surge la percepción alerta; percepción de todo movimiento del pensar. A causa de esa percepción alerta, adviene el estado de atención. Cuando uno está atento a algo, de verdad, profundamente, no existe un centro; no hay un 'yo'.