Es deber del estado y de los que tienen influencia, el abrir puertas y el mediar para que la gente tome la decisión más acertada de acuerdo a sus propias necesidades. El rol de la terapia es fundamental en eso. El psicólogo no va a imponer una verdad, va a proponer una alternativa. El psicólogo y la terapia deben tener un carácter activo, recursivo y reflexivo para que la persona modifique su estructura y sea capaz de ampliar sus fronteras. Es un tema que, sin duda, da para más de un ensayo y una clase, es algo que debe desarrollarse constantemente.
Creo que he logrado transmitir bastante bien lo que está pasando por mi cabeza. Si bien, no es un tema ligado directamente al curso, tiene que ver con la teoría y las visiones de mundo que voy adquiriendo. Esta visión matrística, enfocada en un multiverso, es claramente una invitación. No estoy imponiendo nada, sino que mi forma de ver las cosas, implica una aceptación por la del resto. Volviendo al cuento inicial, creo que todos podemos vivir tanto en azúcar, sal y aceite, y debemos aprender a relacionarnos todos juntos aunque nos cueste adaptarnos a esas zonas ajenas, pero siempre hay que tener en cuenta que independiente de si queremos o no, esas zonas existen y no se las podemos negar a los otros.
• Eisler, Riane. 1987. El Cáliz y la Espada. Editorial Cuatro Vientos, Santiago, Chile.
• Maturana, Humberto y Verden-Zoller, Gerda, (1997). Amor y juego, fundamentos olvidados de lo humano. Desde el patriarcado a la democracia. Instituto de terapia cognitiva. Santiago, Chile.
• Coddou, Fernando; Méndez, Carmen Luz; Maturana, Humberto. 1995. La constitución de lo patológico. En Maturana, H y Luzzoro, J (comp) Desde la biología a la Psicología. Editorial Universitaria. Santiago de Chile.