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¿Como decidir las vacaciones?

¿Como decidir las vacaciones?

Uno de los típicos problemas para decidir dónde ir de vacaciones con la familia es que todos tienen distintas expectativas de cómo podrían pasarlo mejor. Tanto padres como hijos ponen a prueba su creatividad para imaginar salidas en familia de modo de coordinar lo que cada uno cree sería el veraneo "óptimo" para todos.

Esto particularmente en familias con niños entre 5 y 15 años, cuando todavía no se independizan los adolescentes y cuando los pequeños tienen una participación y comunicación recíproca.

En familias de ideología más tradicional y jerárquica estas dudas no se plantean porque en esas estructuras familiares las decisiones las toman los padres. Los hijos aceptan las elecciones y actividades como algo normal que siempre se ha hecho así. Las decisiones que se toman desde este mandato de padres tienen la virtud de asentarse en la emoción de proveer protección y cuidado a los hijos desde el supuesto que son los padres quienes mejor saben lo que requieren los hijos.

Aunque en estas familias a veces despierta un sentimiento de rebeldía en los hijos cuando son mayores, es una estructura que facilita la toma de decisiones y valora la instancia familiar por sobre todas las cosas.

En estas familias por ejemplo se veranea en una casa familiar por muchos años o se acostumbra a reunirse con los familiares en espacios comunes predefinidos como tradición familiar, se comparten y enseñan actividades deportivas y recreacionales de generación en generación.

En las familias de corte más democrático las necesidades de compartir como familia y las de cada hijo como una persona independiente con intereses y búsquedas propias, entran en competencia.

Aún más en los últimos tiempos, con el surgimiento de conceptos como el de "los niños índigo" denotan la importancia que ha ido adquiriendo el desarrollo de los niños por sobre el concepto de familia. El subsistema padres ha ido perdiendo poder y el mandato de control y cuidado de los niños es algo obsoleto siendo reemplazado por familias en que SE DEFINE CON LOS NIÑOS.

Aquí es donde queda el desastre por que no solemos entrenar a los niños para negociar y entender los puntos de vista de los demás. En estos casos las familias se suelen quedar atrapadas en tratar de satisfacer a todos los integrantes al mismo tiempo, olvidándose del sentido que debe tener tanto para los padres como para los hijos y la familia, las vacaciones.

Se hace muy importante aquí aprender a definir para quien y en interés de quíen son las vacaciones. Ello dentro de lo posible económica y temporalmente.

¿Cuanto se han postergado los padres durante el año por priorizar las demandas y necesidades de los niños? ¿En qué condiciones llegarán de vuelta, después de vacaciones muy activas y llena de actividades diversas para dejar contentos a los niños? ¿Qué necesitan los padres: ser buenos padres ante todo, o descansar y recuperar energía par retomar un nuevo año?

Muchos padres agobiados por el exceso de trabajo pagan sus culpas por su ausencia destinando todas las vacaciones a pagar con creces los tiempos de ausencia durante el año. También caen en la tentación de darles permiso para salir a todos lados con los amigos y sus familias, con tal de dejarlos contentos y de tener además unos momentos robados a solas con la pareja.

Ojo que se hace necesario concebir las vacaciones como un espacio que equilibre y compense lo que nos cuesta poder acceder durante el año. Es importante no olvidar que las vacaciones son una oportunidad de lograr encuentro y espacios recreativos que permitan a los hijos crecer y aprender principios de convivencia y respeto entre los seres humanos. Un espacio de modelaje en el compartir y respetar a los otros.

¡VIVAN LAS VACACIONES, VIVAN LAS DIVERSAS OPCIONES!