El rizoma y las raíces.
Aceite esencial (0,3-1%): ésteres terpénicos (isovalerianato, acetato y formiato de bornilo, isovalerianato de eugenilo e isoeugenilo; monoterpenos (canfeno, pineno), sesquiterpenos (beta-cariofileno, valerenal, valeranona), ésteres epoxiiridoides (valepotriatos: valtrato (80%), isovaltrato, dihidrovaltrato). Acido gamma-aminobutírico (GABA), glutamina, arginina. Trazas de alcaloides (0,05-0,1%).
A pesar de los numerosos estudios farmacológicos y clínicos sobre el efecto sedante de la raíz de valeriana, todavía no se conocen bien los principios activos responsables ni su modo de acción (ESCOP, 1997). Se atribuye al sinergismo entre el aceite esencial y los valepotriatos su acción tranquilizante, hipnótica, espasmolítica, relajante muscular, ligeramente hipotensora y anticonvulsiva.
Ansiedad, insomnio, irritabilidad, taquicardia, hipertensión arterial, cefaleas, síndrome del intestino irritable, espasmos gastrointestinales, gastralgias. Mialgias, contracturas musculares. Dismenorrea, transtornos asociados al climaterio. Asma y broncoespasmos de origen nervioso. Coadyuvante en tratamiento de convulsiones infantiles y epilepsia (tratamiento dirigido por el médico especialista).
Evitar su uso durante el embarazo, la lactancia y a niños menores de tres años.
Salvo indicación expresa, recomendamos abstenerse de prescribir aceites esenciales por vía interna durante el embarazo, la lactancia y a niños menores de diez años. No administrar a pacientes con hipersensibilidad conocida a éste u otros aceites esenciales, ni aplicar tópicamente a personas con alergias respiratorias.
No prescribir formas de dosificación orales con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Cuando se prescriba para combatir el insomnio, es recomendable administrar una dosis a media tarde y, si fuera necesario otra una o dos horas antes de irse a dormir. Si se toma inmediatamente antes de acostarse produce con relativa frecuencia reacciones paradójicas: gran inquietud durante el sueño (Peris 1995).
Su administración prolongada crea una cierta dependencia psíquica. Recomendamos prescribir en forma discontinua: Tras la fase inicial del tratamiento, prescribir tandas de 8 a 10 días, con descansos de dos a tres semanas.
Salvo indicación expresa, recomendamos abstenerse de prescribir aceites esenciales por vía interna durante el embarazo, la lactancia y a niños menores de diez años. No administrar a pacientes con hipersensibilidad conocida a éste u otros aceites esenciales, ni aplicar tópicamente a personas con alergias respiratorias.
Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido y de la tintura.
Ver apartado de precauciones.
* Infusión de raíz estabilizada: Una cucharadita de café por taza, infundir 15 minutos. Tres tazas al día.
* Extracto fluido (1:1): 30-50 gotas, una a tres veces al día.
* Tintura (1:5): 50-100 gotas, una a tres veces al día.
* Suspensión integral de planta fresca. 2,5 ml., tres veces al día.
* Extracto seco (5:1): 300 a 1.200 mg/día.
* Polvo de raíz: 1 a 4 g al día, en dosis de 300-500 mg.
* Jugo fresco de rizoma: Una cucharada de café o de postre al día.
* Aceite esencial: 2-4 gotas, una a tres veces al día.
Observación: La valeriana desprende un intenso olor nauseabundo; recomendamos prescribir formas galénicas que subsanen este inconveniente.