Las hojas.
Glucósidos amargos de tipo secoiridoides: mentiafolina, foliamentina, hidrofoliamentina; alcaloides: gencianina, gencialuteína, gencianidina. Flavonoides: rutósido, hiperósido, isoquercitrósido; saponósidos triterpénicos: meniantósido; ácidos fenólicos: benzóico, cinámico. Cumarinas: escoparona, escopoletina Taninos catéquicos (5-10%).
Los principios amargos son responsables de la acción tónica, aperitiva, digestiva y colerética. Los alcaloides producen un efecto hepatoprotector, colerético y colagogo; la escopoletina presenta una acción espasmolítica a nivel digestivo. Los secoiridoides son además antiinflamatorios. Es además emenagoga. Popularmente, como todos los amargos, se considera antipirética.
Inapetencia, dispepsias hiposecretoras, síndrome del intestino irritable, espasmos gastrointestinales, estreñimiento. Hepatitis, disquinesias hepatobiliares, colecistitis. Astenia, convalecencia, jaquecas, especialmente relacionadas con disfunción biliar, dismenorrea.
Embarazo, lactancia.
No prescribir formas de dosificación orales con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Por la presencia de alcaloides, recomendamos prescribir tratamientos discontinuos.
Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido y de la tintura.
* Infusión: una cucharada de postre por taza. Infundir 10 minutos. Tres tazas al día.
* Extracto fluido (1:1): 25-50 gotas, 2 a 3 veces al día.
* Tintura (1:5): 40-80 gotas, dos o tres veces al día.
* Polvo: 2 a 3 g/día, en dosis de 300-500 mg.
* Jugo de planta fresca: 20 a 40 g/día, disuelto en leche o infusión.
Cuando se prescriba como aperitivo-eupéptico, recomendamos que se tome media hora antes de las comidas, administrando las formas alcohólicas diluidas en infusiones o zumos.