Las hojas.
Glúcidos, taninos, heterósidos cianogénicos: prunasósido, que se desdobla en aldehido benzóico y ácido cianhídrico, prulaurasósido.
Espasmolítico, sedante nervioso, estimulante respiratorio, béquico, aromatizante. Externamente es antipruriginoso (agua destilada de laurel cerezo).
Por su potencial toxicidad, sólo se utiliza el agua de laurel-cerezo (1/1.000 de CNH), como aromatizante y como componente de algunas fórmulas magistrales antitusivas.
Embarazo, lactancia, niños pequeños (uso interno).
Toda la planta es tóxica, especialmente los frutos inmaduros. Contiene ácido cianhídrico: 120 a 180 mg %. Los síntomas de la intoxicación (se presentan a dosis extraterapéuticas) son: quemazón de la mucosa bucal, naúseas, vómitos, palpitaciones, taquipnea e hipertermia.
Las intoxicaciones accidentales suelen producirse por su confusión con las hojas de laurel, aunque su diferenciación es fácil: las hojas del laurel-cerezo son dentadas y al triturarlas huelen a almendras amargas.
Uso interno:
* Agua destilada (1/1.000 de CNH): 20-40 gotas por dosis, 3-4 tomas al día. Dosis máxima: 2g/dosis y 8g/día.
Uso tópico:
* Infusión al 2%. Aplicar en forma de compresas o loción.