Las flores (cálices y epicálices).
Abundantes ácidos orgánicos: hibíscico (15-23%), málico, cítrico, tartárico, ascórbico; antocianósidos (1-2%): hibiscina, delfinidina; fitosteroles; pectina; abundantes mucílagos.
Vitamínico, aperitivo, digestivo, colagogo, demulcente, diurético, laxante, espasmolítico; vasoprotector, vasodilatador periférico, tranquilizante. Se utiliza mucho como corrector organoléptico, al incorporar a las infusiones un vistoso color rojo y un agradable sabor acídulo refrescante. En los países de origen (zonas tropicales y subtropicales de Africa, América y Asia), la infusión constituye una bebida social.
Espasmos gastrointestinales, estreñimiento, falta de apetito, dispepsias hiposecretoras, disquinesias hepatobiliares, gastroenteritis. Hipertensión, fragilidad capilar, varices, hemorroides. Ansiedad, insomnio. Resfriados, gripe.
No prescribir formas de dosificación con contenido alcohólico para administración oral a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido y de la tintura.
Uso interno:
* Infusión: Una cucharada de postre por taza. Tres o más tazas al día.
* Extracto fluido (1:1): 30-50 gotas, una a tres veces al día.
* Tintura (1:10): 50-100 gotas dos o tres veces al día, al inicio de las comidas.
* Extracto seco (5:1): 100-400 mg, una a tres veces al día.