Disquinesias hepatobiliares, colecistitis, colelitiasis, hepatitis, dispepsias hiposecretoras, flatulencia, diarreas, espasmos gastrointestinales. Hiperlipidemias, prevención de arteriosclerosis y tromboembolismos.
El rizoma.
Aceite esencial (3-5%), rico en carburos terpénicos (zingibereno) y cetonas sesquiterpénicas (turmeronas); materias colorantes (3-6%): curcuminas, curcumoides.
Colerético, eupéptico, hipolipemiante, espasmolítico, bactericida. Protector hepático. Antiagregante plaquetario.
Disquinesias hepatobiliares, colecistitis, colelitiasis, hepatitis, dispepsias hiposecretoras, flatulencia, diarreas, espasmos gastrointestinales. Hiperlipidemias, prevención de arteriosclerosis y tromboembolismos.
Obstrucción de las vías biliares. El empleo de la cúrcuma para tratamiento de las colelitiasis debe de hacerse exclusivamente bajo prescripción y control médico. No prescribir en caso de úlcera gastroduodenal o gastritis (ver precauciones).
No prescribir formas de dosificación de la cúrcuma con contenido alcohólico a niños menores de dos años ni a consultantes en proceso de deshabituación etílica.
Los curcuminoides presentan una acción citostática in vitro y se considera su uso continuado pueden inducir la formación de úlceras de estómago.
Tener en cuenta el contenido alcohólico del extracto fluido y de la tintura de la cúrcuma.
* Uso alimentario: cúrcuma o curry, como condimento.
* Infusión: 20 g/l, 200 a 300 g al día.
* Extracto fluido (1:1): 5 a 25 gotas al día, 1-3 veces al día.
* Tintura (1:10): 50 a 100 gotas, una a tres veces al día.
* Polvo micronizado: 100 mg, media hora antes de las comidas.
* Extracto seco (5:1): 50 mg/cápsula, media hora antes de las comidas principales.