Debido a su potencial toxicidad, recomendamos limitarse a su uso tópico como antiinflamatorio y vulnerario, en contusiones, luxaciones, hematomas, equímosis, escoceduras, irritaciones cutáneas, acné, prurito, urticaria, neuralgias, inflamaciones articulares.
Los capítulos florales y popularmente también la raíz, de las especies ARNICA montana L. o de ARNICA chamissonis Less. ssp. foliosa (Nutt.) Maguire.
Lactonas sesquiterpénicas (0,2-0,8%) tipo pseudoguayanólido (helenalina 11a, 13-hidroxihelenalina, y sus ésteres con los ácidos acético, isobutírico, metacrílico, tíglico. La Arnica chamissonis contiene mayor proporción de lactonas: 0,6-1,7%, encontrándose además arnifolina, camisonólido y sus ésteres. Aceite esencial (0,2-0,3%): n-alkanas, derivados del timol, mono y sesquiterpenos (alfa-felandreno, humuleno, mirceno, delta-cadineno, óxido de cariofileno); ácido cinámico y sus derivados (ácidos caféico, clorogénico, cinarina); flavonoides; cumarinas (umbeliferona, escopoletina); poliacetilenos; colina; pigmentos xantofílicos; taninos; fitosteroles. Trazas de alcaloides pirrolizidínicos (tusilagina, isotusilagina).
La Farmacopea Europea indica que las flores secas de árnica montana deberán contener al menos un 0,7% de lactonas sesquiterpénicas.
Antiinflamatorio, analgésico, cicatrizante, antiséptico, antimicrobiano (frente a gram positivos y negativos), antifúngico, antihistamínico. Cardiotónico, analéptico cardiorrespiratorio (ver precauciones), hipolipemiante, antiagregante plaquetario. Colagogo, ligeramente sedante, espasmolítico.
Las raíces y hojas son usadas popularmente como febrífugo y vulnerario (cicatrizante, antiséptico).
Debido a su potencial toxicidad, recomendamos limitarse a su uso tópico como antiinflamatorio y vulnerario, en contusiones, luxaciones, hematomas, equímosis, escoceduras, irritaciones cutáneas, acné, prurito, urticaria, neuralgias, inflamaciones articulares, mialgias, estomatitis, gingivitis, faringitis y amigdalitis.
Hipersensibilidad a la flor de árnica o a otras compuestas.
Embarazo, lactancia (vía oral).
Heridas abiertas, dermatitis (uso tópico).
Hepatopatías, aunque parece ser que la tusilagina e isotusilagina no poseen la hepatoxicidad de otros alcaloides pirrolizidínicos.
Procesos de deshabituación etílica, niños menores de dos años (formas de dosificación con contenido alcohólico por vía oral).
Evitar su prescripción por vía interna: Es una planta muy tóxica. Dosis elevadas pueden producir alteraciones nerviosas: alucinaciones, vértigos; problemas digestivos (es muy irritante de las mucosas), disnea y fallo cardíaco (la helenalina tiene un efecto inotrópico por acción simpaticomimética indirecta).
En caso de prescripción por vía interna, no sobrepasar las dosis indicadas.
En uso tópico, debido a las lactonas sesquiterpénicas (especialmente a la helenalina y sus derivados), puede producir reacciones alérgicas cutáneas en forma de edemas y dermatitis vesicular, por lo que debe emplearse siempre muy diluida. En caso de aparición de dermatitis, suspender el tratamiento.
Ver apartado de precauciones.
Uso interno:
* Infusión: 5 g/l. Dos tazas al día.
* Extracto fluido (1:5): 5-10 gotas, una a tres veces al día.
* Tintura (1:10): 10-20 gotas, una a tres veces al día.
Uso tópico, en forma de lociones o compresas embebidas:
* Infusión al 2-4 %.
* Tintura (1:10) diluida al 10% en agua.
* Extracto fluido: diluido al 20%
* Extracto glicólico (1:5), en forma de cremas o geles.
* Planta fresca: Popularmente se emplea en forma de emplastos preparados con las sumidades floridas o la raíz machacada.