La raíz, raramente las hojas.
Alcaloides (0,3-1,2%): aconitina (30%), mesaconitina, neopelina, hipaconitina, napelina, napelonina; ácidos orgánicos: aconítico, cítrico, tartárico; colina.
El principio activo básico, la aconitina, le confiere propiedades analgésicas, al actuar modificando las terminaciones nerviosas. Es antipirético, antitusivo y descongestionante (vasoconstrictor).
El acónito es un veneno de acción potente y rápida, por lo que prácticamente no se usa vía interna, excepto en dosis homeopáticas. Su prescripción oral queda exclusivamente reservada a los facultativos, debiéndose utilizar preparaciones con valoración de su contenido en alcaloides.
Tópicamente se empleó para el tratamiento de neuralgias, sobre todo lumbociática y del trigémino.
Embarazo, lactancia, niños, combinación con alcohol, sedantes, antihistamínicos, hipnóticos, antidepresivos o espasmolíticos.
SE DESACONSEJA SU USO POR VIA INTERNA: Planta muy tóxica por sus alcaloides, en particular por la aconitina. La dosis letal es de 1 a 3 mg de aconitina (equivalente a 2 a 4 g de tubérculo fresco).
La intoxicación determina en un primer momento un estado de excitación general, con parestesias en los labios, lengua y garganta por bloqueo del trigémino. Más tarde se producen alteraciones gastrointestinales: diarreas, vómitos y sialorrea. En una segunda fase se produce hipotermia y parálisis de los músculos respiratorios y bloqueo de los centros nerviosos cardiorrespiratorios, que puede conducir a la muerte por asfixia en pocas horas.
Uso externo:
* Tintura de raíz: en forma de fricciones.
* Extracto fluido (1:1), en pomada, crema o gel.