por Juan Pablo Huerta Larraín
Si usted por primera vez escucha la palabra Shiatsu, me imagino que su mente lo relacionara inmediatamente con un plato de comida china o japonesa. Pues bien, el Shiatsu dista mucho de ser un plato de comida, pero hilando más fino tienen una semejanza, que los dos entregan energía al ser humano.
Así es, el Shiatsu (SHI: dedos, ATSU: Presión) literalmente presión con los dedos, es una terapia corporal japonesa, también conocida como masaje terapéutico o digitopuntura japonesa. Funciona equilibrando el cuerpo energéticamente, presionando diferentes puntos del cuerpo, puntos en que su mayoría son los mismos que se ocupan en acupuntura.
Esta presión es digital, pero también en algunas ocasiones se ocupan otras partes del cuerpo como son palmas, codos, rodillas, nudillos, antebrazos y pies.
El Shiatsu esta definido por el ministerio de Sanidad de Japón como:
"Tratamiento que, aplicando unas presiones con los dedos pulgares y las palmas de las manos sobre determinados puntos corrige irregularidades, mantiene y mejora la salud, contribuye a aliviar ciertas enfermedades (molestias, dolores, estrés, trastornos nerviosos etc.), activando asimismo la capacidad de autocuración del cuerpo humano. NO TIENE EFECTOS SECUNDARIOS".
Los orígenes del Shiatsu son antiguos como el impulso instintivo que es de presionar ciertas partes del cuerpo cuando se ha recibido un golpe o se siente una molestia. Todos hemos usado alguna vez la presión o fricción de las manos espontáneamente para calmar, dar calor o alivio, a alguna parte adolorida de nuestro cuerpo.
Hace más de 5000 años, los antiguos sabios chinos observadores profusos de la naturaleza y el ser humano, se percataron que la presión sobre determinados puntos del cuerpo aliviaba el dolor allí donde este se manifestaba, y beneficiaba además a otras partes del cuerpo más alejadas del dolor y del punto de presión. Es así como se fueron creando sistemas y técnicas para aliviar dolores y ayudar a combatir diferentes molestias y enfermedades.
Los chinos introducen a Japón la terapia Anma, que se basaba mucho en técnicas de amasamiento y frotación, profundamente arraigado al pensamiento oriental, afirmó durante mucho tiempo su lugar al lado de la Acupuntura y de la medicina de las hierbas. Por mucho tiempo el método Anma, fue un método curativo contra dolencias de toda especie. Sin embargo al principio del siglo XX, sobre todo bajo la influencia de la medicina occidental, que también entró a Japón, esta forma de masaje había perdido cada vez más sus raíces tradicionales y con ello también su importancia como método terapéutico, entonces era solamente un medio para obtener un placer sensual, practicado sobre todo por personas ciegas.
Es así como en esta época se desarrolla en Japón una nueva forma de terapia, que combinaba las sencillas y eficaces técnicas del Anma, los conocimientos orientales tradicionales y del saber relativo a conexiones cósmicas integrales.
Dado que se presionaban ciertos puntos del cuerpo se le denominó SHIATSU
Con el correr del tiempo el Shiatsu fue ganando más adeptos en la población nipona, pues de carácter preventivo, ayuda a mantener el cuerpo en óptimas condiciones, alivia el dolor, relaja y cura ciertas enfermedades. Fue así, como se crearon diferentes escuelas, algunas conocidas por el apellido de su fundador o por el nombre que el fundador quiso que fuesen conocidas.
Podemos mencionar a las que tienen más renombre en Japón y el mundo: Shiatsu Macrobiótico, Zen Shiatsu, Tao Shiatsu, Ohashi Shiatsu, Shiatsu en Movimiento y Shiatsu Namikoshi. Esta es la más popular de todas y la única reconocida por el Ministerio de Salud de Japón.
Las Escuelas tienen técnicas diferentes y otras semejantes. Algunas aplican presión más suave y otras más fuerte. Se utilizan diversas técnicas de presión, estiramientos, rotaciones, percusiones, fricción y amasamientos para tratar el cuerpo en su totalidad o parte de éste.
En las escuelas de Shiatsu puede variar la técnica pero no la esencia. La esencia del Shiatsu es el Amor, esa energía cósmica maravillosa libre de egoísmo y de cualquier alteración.
Sin la esencia, el Shiatsu es una terapia que no sirve de mucho, la técnica puede ser perfecta pero sin la esencia no es nada.
El terapeuta de Shiatsu es sólo un canal que permite restablecer el equilibrio energético al paciente y despertar el sistema de autocuración que tenemos todas las personas.
Más de 100 estudios corroboran lo que ya se sugería en los textos chinos hace más de 3000 años: "El masaje es eficaz para combatir enfermedades tan diversas como la migraña, la depresión, la artritis o el asma ".
En 1993, por ejemplo, un estudio publicado en el New England Journal of Medicine decía que el masaje era la tercera forma de terapia alternativa utilizada en Estados Unidos. El mayor avance del masaje terapéutico no se ha observado en la técnica, que ha seguido siendo prácticamente la misma a lo largo del último siglo, sino en la publicación de las investigaciones que confirman y explican cuáles sus beneficios médicos.
Acariciar, frotar, palmear, pellizcar, presionar, teclear y hacer vibrar ciertas partes del cuerpo logra objetivos que, a veces, ni la medicina de alta tecnología es capaz de conseguir. Mejora la función del sistema inmune, aumenta el nivel de endorfinas, acelera la recuperación física, disminuye la tensión arterial y alivia la depresión y la ansiedad. En la sociedad actual, en la que las alteraciones psicológicas y fisiológicas causadas por el estrés son las más frecuentes, el masaje empieza a representar un papel importante para proporcionar relajación y bienestar y para mantener una buena salud. En los últimos 20 años se han realizado más de 100 investigaciones sobre el masaje terapeutico
El Instituto para la Investigación del Tacto (Touch Research Institute), de la Universidad de Miami (EEUU) se dedica casi por completo a este trabajo y ha emprendido unos 55 estudios, algunos de los cuales todavía están en marcha. Asimismo, los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses (NIH, de sus siglas en inglés) —la agencia del Gobierno que realiza y revisa toda la investigación médica de Estados Unidos— abrió una Oficina de Medicina Alternativa en 1992 que también inició diversos estudios sobre los beneficios del masaje terapéutico.
Esta terapia no sólo sirve para sentirse a gusto y relajado. Las investigaciones han mostrado, por ejemplo, que reduce la tasa cardiaca, la presión arterial, estimula el flujo linfático y sanguíneo, relaja los músculos, mejora la capacidad de movilidad, aumenta la liberación de endorfinas (sustancias naturales que combaten el dolor).
Un estudio demostró que los trabajadores que reciben masajes terapéutico en forma regular rinden más, están más alerta, más motivados y menos estresados que los que no los reciben. Otro estudio reveló que el masaje disminuye el dolor y el picor que sienten los enfermos con quemaduras. Un grupo de enfermos sometidos a una cirugía abdominal se recuperó más rápidamente después de una serie de sesiones de masaje que los que no recibieron esta terapia. Bebés que habían estado expuestos a cocaína antes de nacer y, por otro lado, bebés prematuros se beneficiaron del masaje con un mejor desarrollo y un mayor peso al nacer que los pequeños que no habían recibido el masaje. En una revisión publicada en la revista Developmental and Behavioral pediatrics en 1995, se describían otros de los beneficios del masaje para los más pequeños. Enseñar a los padres y abuelos a acariciar a los niños es positivo no sólo para éstos sino también para estimular la relación entre padres e hijos. Otros trabajos con niños asmáticos han probado que esta terapia logra disminuir los niveles de cortisol y los ataques de asma. También parece eficaz para mejorar el comportamiento de los autistas y para reducir la ansiedad en niños con síndrome de estrés postraumático.
El Shiatsu reduce la ansiedad, la tensión y la depresión. La revista Adolescence publicó el pasado otoño un trabajo que mostraba el efectos positivo del masaje y la música en jóvenes deprimidos. Para ello, se observó cómo variaba la llamada asimetría frontal del electroencefalograma (EEG), una lectura de las ondas cerebrales que se asocia con el afecto y la depresión. Durante y después del masaje y de unas sesiones de música, la asimetría frontal se atenuó de forma significativa en los jóvenes. Otros estudios han encontrado que los masajes terapéuticos mejoran: el estrés, la ansiedad, los problemas circulatorios, el dolor crónico y temporal, la depresión, la artritis (tanto la osteoartritis como la reumatoide), el asma y la bronquitis, el síndrome del túnel carpiano, los problemas digestivos, incluidos los espasmos del colon, la diarrea y el estreñimiento, el insomnio, el dolor de cabeza debido a tensión, la sinusitis, etcétera.
La duración de una sesión de Shiatsu puede durar desde media hora, hasta una hora y media.
El paciente puede estar con ropa liviana o ropa interior, no es necesario que esté desnudo.
La cantidad de sesiones y rango de periodicidad dependerá de cada paciente a tratar.
En el Shiatsu generalmente no se usan cremas, lociones o esencias.
La terapia se puede realizar en el suelo sobre un futón, colchoneta o manta, como también en una camilla que reúna las condiciones de comodidad y de altura.
Pueden recibir Shiatsu desde niños hasta ancianos, inclusive mujeres embarazadas.