Antecedentes del parto bajo el agua
Pero nuestro país no queda ajeno a esta natural práctica. En Chile, el Dr. Héctor Cruzatt Pezoa, gineco-obstetra, quien ejerce sus actividades en la Maternidad del Hospital Félix Bulnes de Santiago y en el área privada, es pionero en Chile hace ya 11 años y es el único dedicado a este tipo de procedimiento de parto natural. Ha asistido a la fecha 114 partos bajo el agua y en forma totalmente exitosa.
Cruzatt señala al igual que Odent que el agua temperada relaja los músculos, induce ondas alfa cerebrales relajantes y disminuye la producción de adrenalina. "Muchas mujeres –sostiene- no son capaces de liberar sus instintos en el entorno tecnológico de las clínicas y hospitales, y el agua puede ayudarlas a conseguirlo. Se consigue intimidad con el aislamiento sensorial que produce el baño de agua caliente, estando a oscuras, en silencio, sin sentirse observada" y agrega "La mujer debe meterse en el agua con el parto ya mediado. El recién nacido está adaptado a la inmersión y entra en un medio que le resulta familiar. Entonces, la madre o el asistente lo coge suavemente y en unos segundos, sin precipitarse, lo saca a la superficie y lo coloca sobre la madre", según explica el especialista "El cordón umbilical habitualmente sigue latiendo unos minutos, suministrándole oxígeno al bebé. Al encontrarse en un ambiente aéreo y más frío, el bebé comienza a respirar con suaves gemidos y, al colapsarse el cordón, grita e inicia la respiración rítmica" sostiene.