La Osteopatía se inició en Estados Unidos como una opción a las prácticas médicas de fines del siglo XIX, que no eran muy efectivas y en ocasiones peligrosas.
La Osteopatía en Estados Unidos tiene reconocimiento legal y profesional, como una profesión paralela dentro del sistema de salud. El enfoque osteopático se caracteriza por orientarse hacia el paciente. Al mismo tiempo combina las ciencias médicas en constante desarrollo. Este enfoque de atención al paciente, que no descarta la tecnología y en el que interviene el tacto, se ha convertido, convierte a la Osteopatía en la especialidad que crece con mayor rapidez en muchos países.
En Estados Unidos, por ejemplo, los médicos osteópatas cubren el 5% del total de títulos de todos los médicos del país, y atienden problemas de salud del 10% de la población. En Europa y especialmente en España la Osteopatía tiene un gran desarrollo en la actualidad.
El fundador de la Osteopatía fue Andrew Taylor Still, un médico estadounidense que practicó la medicina convencional en el Medio Oeste de Estados Unidos y, sirvió corno cirujano durante la guerra de Secesión, para llegar finalmente a la Conclusión de que la medicina orientada hacia la enfermedad no era efectiva.
En 1874 empezó a desarrollar un método que privilegiaba la salud por sobre la enfermedad. Su enfoque lo orientó a mejorar los mecanismos auto-curativos del cuerpo.
El sistema de palpación de las disfunciones músculo esqueléticas fue la principal diferencia de su enfoque terapéutico al cual denominó «osteopatía», cuya significado etimológico es «sufrimiento del hueso».
En 1892, Still fundó un colegio de Osteopatía en Kirksville, Missouri, cuyo objetivo era en sus palabras "mejorar nuestro sistema actual de cirugía, obstetricia y, tratamiento de la enfermedad, en general, y situarlo sobre una base más racional y científica, así corno para impartir información a la profesión médica".
Aunque podía conceder el título profesional de médico, prefirió denominar a sus graduados "médicos osteópatas", para distinguirlos de los que practicaban la medicina convencional.
La Osteopatía se basa en cuatro principios fundamentales:
1. El cuerpo es una unidad integrada
El cuerpo está integrado por órganos y, sistemas interrelacionados, que trabajan en conjunto para el mantenimiento de la salud. De la misma forma, la mente, el cuerpo y, el espíritu de las persona se encuentran relacionados. Este concepto de la totalidad de la persona se integra en el sistema educativo de los médicos osteópatas de EEUU ya que se forman primero como médicos de cabecera. El enfoque de la Asociación Osteopática de Estados Unidos es: «El equilibrio adecuado entre las partes significa salud, mientras que el desequilibrio puede significar susceptibilidad a la enfermedad».
2. La estructura y la función están interrelacionadas
A menudo, la disfunción del sistema músculo esquelético contribuye al dolor, a un deficiente flujo sanguíneo y, hasta produce cambios en la forma en que funcionan los sistemas orgánicos, lo que provoca estreñimiento, dolores de cabeza, fatiga y aumento de la susceptibilidad a la enfermedad. De modo inverso, los problemas en las diferentes funciones del cuerpo presentan indicios relativos al sistema músculo esquelético que el osteópata está preparado para detectar. Este conocimiento adicional permite un diagnóstico precoz, a menudo con menos análisis caros. La comprensión de la interrelación entre la estructura y la función aporta al osteópata opciones adicionales de diagnóstico y, de tipo terapéutico. Los osteópatas emplearán a menudo el tratamiento manipulador osteopático como parte de un plan de tratamiento para mejorar las relaciones entre la estructura y, la función.
3. El cuerpo dispone de mecanismos autocurativos y autorreguladores
Los osteópatas respetan la sabiduría y, experiencia del cuerpo, que continuamente se trata y se cura a sí mismo: al luchar contra las bacterias invasoras, al formar coágulos y finalmente nueva piel sobre los cortes, e incluso al buscar y destruir las células cancerosas. Un osteópata se esfuerza por proteger y ayudar a estos procesos naturales. Así, el tratamiento osteopático resalta las prácticas preventivas, como la nutrición y, el ejercicio, pero también incluye tomar cuidadosas decisiones sobre cuando y como recetar la medicación. Como la raíz de «doctor» significa «maestro», los doctores en Osteopatía también asumen la responsabilidad de enseñar al paciente a tomar sus propias decisiones sabias para intensificar el proceso autocurativo.
4. El tratamiento osteopático racional se basa en aplicar los tres primeros principios Es el más definidor de los cuatro principios osteopáticos. Aunque casi todos los profesionales consideran individualmente los tres primeros principios, únicamente el médico osteópata ha decidido aplicar los tres al núcleo de su filosofía educativa y, práctica y, dispone de los medios para hacerlo y, en consecuencia, para atender a la salud de sus pacientes.