La Iridología es un método de diagnóstico que muestra los desequilibrios patológicos y funcionales en el cuerpo a través de manchas, líneas y decoloraciones en la parte coloreada del ojo denominada iris.
La iridología es una ciencia relativamente antigua actualizada por la investigación científica y médica en Rusia, Alemania y Estados Unidos.
En Babilonia en el año 1.000 a. de C., los caldeos tallaron representaciones del iris en losas de piedra, acompañadas por su relación, con el resto del cuerpo.
Hipócrates, Filóstrato y, la escuela médica de Salerno practicaron la Iridología y más recientemente, en 1670, el médico Phlippus Meyens publicó su libro Chiromatica Medica en Dresde, en el que describió las reacciones del reflejo neurológico del iris como sigue: «El lado derecho de los ojos muestra el hígado, la parte derecha del tórax y, los vasos sanguíneos. El lado izquierdo de los ojos muestra todos los órganos situados en la parte izquierda y, por tanto el corazón, el tórax izquierdo, el bazo y, los pequeñitos vasos sanguíneos».
Luego se publicaron algunos textos sobre el iris y, sus signos, pero los trabajos del húngaro Ignatz von Peczely (1826 - 1911) fueron las que más validaron el resurgimiento de Iridología. Von Peczely produjo uno de los primeros gráficos europeos del iris vinculado con al resurgimiento moderno de esta técnica.
Su experiencia con la Iridología se inició con la ruptura de la pata de una lechuza al tratar de liberarla de un arbusto. Al cuidarla, pudo observar la aparición de una señal negra en su iris, a las seis de la tarde. Luego, durante su recuperación, observó que la señal se aclaraba. Esta experiencia lo llevó a estudiar después los ojos de sus pacientes, mientras trabajaba como homeópata y, más tarde, al graduarse como médico alópata. Su profesión le dio la oportunidad de relacionar sus descubrimientos con pacientes estudiados antes y, después de operaciones quirúrgicas, además de las numerosas autopsias que practicó.
En 1893, se publicaron las investigaciones del homeópata sueco Nils Liljequist. Aún cuando trabajaban autónomamente el uno del otro, originaron gráficos y una terminología médica muy similar.
La historia de Liljequist es distinta. De joven se esperaba que estudiara medicina, pero las múltiples enfermedades que padeció lo transformaron en un enfermo crónico de malaria y otras enfermedades. El uso de quinina le permitió observar que sus ojos azules cambiaban de color. A los veinte años, publicó un artículo titulado "La quinina y, el yodo cambian el color del iris".
Su mala experiencia con la medicina alopática, lo llevó a estudiar homeopatía y a realizar importantes aportes en la Iridología.