Los medicamentos homeopáticos son muy seguros.
Hasta las sustancias muy tóxicas, como mercurio, arsénico, venenos de serpiente, etc., se pueden guardar con seguridad en casa mientras el factor de dilución sea al menos de 6X. En un preparado como éste hay una parte del verdadero medicamento por un millón de partes de azúcar.
Para que resulte tóxico un medicamento homeopatíco, tendría que ingerirse una cantidad exorbitante de gránulos o pastillas para que resultaran tóxicos.
Es difícil que incluso los niños que juegan con las botellas e ingieren medicamentos corren algún peligro.
Un niño podría realizar una «prueba» y tomar el medicamento repetidas veces, pero para eso se necesitarían días o semanas de toma, y los síntomas desaparecerían gradualmente después de dejarlo.