Para preparar dosis más pequeñas, Hahnemann ideó un método para dispersar el medicamento en una sustancia neutral, moliéndolo o agitándolo en leche azucarada o en alcohol, para luego volver a diluir esa mezcla en leche azucarada o alcohol, volver a molerlo o agitarlo de nuevo y así sucesivamente.
La dilución se suele obtener con la mezcla de una parte de medicamento por 99 partes de sustancia neutra, lo que da una dilución de 1:100, llamada centesimal o dilución «C».
Se utiliza la cantidad de posteriores diluciones y dispersiones para indicar la «concentración» del medicamento (por ejemplo, un 30C ha pasado treinta veces por este proceso usando una dilución 1:100). Si el medicamento se diluye en una proporción de 1:10, se utiliza una «X» en lugar de una «C». En algunos países europeos se usa una «D» (de «decimal»), en lugar de la «X».
Una vez preparados de este modo, los medicamentos se pueden adminis trar de distintas maneras. La más corriente consiste en mezclar el líquido resultante con gránulos de sucrosa o pastillas de lactosa, que luego se dejan secar. Los medicamentos homeopáticos preparados de este modo se conservan durante mucho tiempo, hasta el punto de que hoy, medicamentos preparados por Hahnemann en el siglo XVIII mantienen su efectividad. También se pueden administrar como líquidos, ungüentos, supositorios o inyecciones.