La gripe, es un ejemplo de una enfermedad «aguda». Por lo general, se entiende por enfermedad aguda aquella que brota en un corto período de tiempo, sigue su curso y remite. La gente también sufre debido a enfermedades «crónicas», como artritis, migraña, colitis, asma, etc., que se manifiestan súbitamente de vez en cuando, pero que siguen desarrollándose a lo largo de los años y pueden empeorar. El análisis en homeopatía de estas enfermedades no es muy diferente al del caso de una enfermedad aguda.
Se evalúan los síntomas de la persona y se le administra un medicamento capaz de causar síntomas similares en una persona sana. Si se elige bien el medicamento, el esfuerzo defensivo es más eficaz con un volumen menor de esfuerzo y lo que ayuda en el proceso curativo.