Por Ximena Santa Cruz Bolívar
¿Podemos Recuperar el Sentido de la Navidad?
¿Es Posible una Navidad sin Regalos Excesivos?
El Día de la Celebración de la Navidad
Recuerdo algunas de mis experiencias infantiles acerca de la Navidad.
Era un hito mágico e irrepetible que nos replegaba a la creatividad y la manufactura íntima de cada uno de los regalos que íbamos a entregar.
Si bien crecí en una familia sin grandes creencias religiosas, a lo más de inspiración cristiana humanista, aprendí que la navidad representaba un espacio de intimidad, entrega de afecto, encuentro y por sobre todo de conexión con las emociones que me evocaba cada una de las personas a las cuales destinaba mi energía inventando y construyendo sus regalos.
El proceso de crear y producir cada objeto para regalar comenzaba dos o tres meses antes, iniciándose con la revisión de todos los libros de ideas y técnicas manuales que inspiraban ideas sobre que tipo de cosas hacer ese año. Este proceso tenía que ver con mis aprendizajes y habilidades descubiertas en el curso del año calendario y que culminaba con un diseño propio de algún tipo de objeto descubierto en libros o visto en alguna casa o vitrina.
Hoy de adulta me doy cuenta de todo el enorme sentido que revertía cada uno de los actos que se comenzaba a desenvolver durante el proceso de preparación de los objetos y en la proyección de los vínculos que se establecerían con las personas destinatarias de cada obra creada.
Todo este ciclo Navideño involucraba la capacidad de descubrir mis habilidades adquiridas y la nueva mirada que año a año iba teniendo de la vida y de como se iban incorporando nuevos modos de percibir y entender los actos más cotidianos, como la importancia de los elementos decorativos en una mesa para comer o la calidez que podría tener una determinada pantalla de papel de colores para una lámpara.
Aunque cada regalo se diseñaba pensando en los tíos o padrinos específicos, el proceso era absolutamente silente y conectado con mi interioridad y destinaba largas horas de mi tiempo a cortar, pegar, amasar, coser o construir cada cosa. Largas horas de soledad e intimidad conmigo misma y a medida que se acercaba Diciembre se comenzaba a vivir un momento mágico.