Por Jorge Mendoza Vester
L.C: Edgard Cayce el gran psíquico dijo que los sonidos eran la gran sanación de este siglo. En la India, Egipto, Grecia donde la música tenía un rol terapéutico, los sonidos ancestrales, se siguen usando en sanaciones, en cánticos, en mantras. Las tribus siguen usando el sonido, para cambiar el clima, para mejorar alguna cosecha, para un nacimiento….
E: Conocía la utilización del ritmo en sanación, no me había encontrado con alguien que hablara del sonido….
L.C: Lo interesante es que cuando empiezas a trabajar con el sonido, al final es un ritmo. Siempre que empiezo a tocar los instrumentos, al final, la gente está con los ojos cerrados, los abren y dicen: ¿Quiénes más estaban aquí?
El cuerpo es una orquesta todos nuestros órganos tienen un sonido y cada célula tiene un sonido. Todo es vibración en el universo, nuestro cuerpo es una orquesta que a veces se desafina. Vivimos en una acústica súper contaminada. Entonces lo que hacemos es afinar la orquesta y cuando estamos afinados, como cuando hacemos "Harmónicas", produces armonía en el campo magnético, estas en paz, contento, te relajas y sanas. Por ejemplo, lo que hablábamos de los bloqueos emocionales, me tocó una mujer de unos 35 años que no había llorado nunca. Había ido a siquiatras y cuando vino acá, hicimos una hora de sonido y se desbordó, lloró como hora y media, la contuvimos entre tres, se le salían las lagrimas…
E: No hay nada más sanador que el llanto...
L.C: El sonido se puede agregar a todo, a las terapias puedes agregar sonidos, trabajar con la voz.
Quiero que probemos estos instrumentos.
E: Estos instrumentos son de la cultura Chimú.
L.C: Si de la cultura Chimú, anterior a la Inca……
- Luz Clara, hace sonar el instrumento.
E: El sonido te llena. Es increíble como se acoplan Están afinados en distintos sonidos.
L.C: En Colorado, Denver, trabajamos 10 días intensos, en rituales, bailes, sanaciones. Con los sonidos del valle, con cantos antiguos, con cantos árabes y judíos. Los árabes cantaban sus cantos y los judíos cantaban el suyo y se mezclaban. Un trabajo bonito, elevado, sin palabras, sin cabeza, experiencia directa.
L.C: Nosotros hemos estado millones de veces aquí, nos han preparado para este momento. Lo que hacemos es recordar. Lo único que hacemos los que nos llamamos o nos creemos sanadores, es ayudar a la gente a recordar, no hay nada que enseñar: sólo recordar. Hay diferentes técnicas, a tí te sirve una y a mí me sirve otra, pero sólo recordamos, porque lo sabemos todo. Tenemos la historia de nuestra memoria celular. En las sanaciones lo que hacemos es lograr que otro recuerde su espíritu, su sabiduría, su propia guía. Ayudarlos a recordar, desbloqueando.