Por Jorge Mendoza Vester
En El Señor de los Anillos, Saruman el blanco, jefe de la orden a la cual pertenece Gandalf, es conocido por sus capacidad de seducir y encantar a través de la voz, por lo que Gandalf al enfrentársele evita escucharlo
En este punto Tolkien se entronca con la tradición hinduista que señala que el desarrollo del quinto chakra posibilita poderes asociados a la voz, el sonido y el oído, como encantar personas y animales y escuchar a distancia
Occidente se reencuentra con las aplicaciones de la música y el sonido en terapia hacia finales del siglo XIX y principios del XX
Comienzan a conocerse los efectos del ritmo en la inducción de estados de conciencia en disciplinas como la hipnosis
Quizás uno de los aportes más sugerentes haya sido el del búlgaro G
Lozanov, que combinando su conocimiento del raja yoga, la música y los estados alterados de conciencia, creó un método que denómino sugestopedia o sugestología
Este método tuvo aplicación en los países de la orbita soviética en el aprendizaje rápido de idiomas, en el entrenamiento de deportistas de alto rendimiento, en la educación y en innumerables disciplinas, por sus revolucionarios conceptos
Fue tan avanzado para su época, que fue motivo de preocupación para las agencias de inteligencias de las potencias occidentales
Entre otros aspectos, el método de Lozanov usaba los movimientos largos de música barroca -como por ejemplo el Largo de las Cuatro Estaciones de A
Vivaldi-ya que tienen la particularidad de ejecutarse en 60 compases por minuto
Este ritmo tiene la facultad de inducir ondas cerebrales alfa, que facilitan el aprendizaje y la receptividad
Por cierto, esta y otras experiencias han impulsado un fuerte desarrollo en el estudio del sonido y la música, asociado a aplicaciones en el campo terapéutico, educativo y en muchas otras áreas
En este artículo hemos querido recoger el quehacer de personas en Chile que con diferentes enfoques recorren un camino junto a la música para ayudar a sus semejantes