Fumar alteraría el cerebro "como las drogas"

De acuerdo a un reciente un estudio, fumar cigarrillos causaría un daño equivalente al cerebro que el uso de drogas ilegales, como la cocaína.

Un equipo de investigación de Estados unidos comparó el tejido cerebral post mortem de fumadores, ex fumadores y no fumadores.

Los resultados que fueron publicados en el Journal of Neuroscience, señalan que fumar genera cambios en el cerebro que se evidencian años después que se ha dejado de el hábito.

Un científico británico señalo que estos cambios podrían explicar por qué a los fumadores se les hace tan difícil dejar el cigarrillo y por qué recaen constantemente.

Los investigadores del Instituto Nacional para el Abuso de Drogas estudiaron muestras de tejido cerebral del núcleo accumbens y de la parte ventral del cerebro medio -las partes del cerebro que desempeñan un papel en el control de conductas de las adicciones, las motivaciones y las recompensas y sobre el cual casi la mayoría de las drogas ilegales tienen incidencia.

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Se tomaron muestras de ocho de personas que fumaron hasta morir, ocho de personas que fumaron hasta 25 años antes de fallecer, y ocho de no fumadores.

En todos los casos las personas murieron por causas distintas del cigarrillo.

Los científicos estudiaron los niveles de la proteína kinasa A y la adenilato-ciclasa. Estas dos enzimas cambian las señales químicas como la dopamina, que esta fuera de las células, en algo que puede entenderse dentro de ellas.

De acuerdo a este estudio se observo que los fumadores tenían niveles más elevados de estas enzimas en el núcleo accumbens. Además, los niveles de ambas enzimas también eran elevados en el área del cerebro medio que responde a la dopamina, que actúa como una "recompensa química" en fumadores y ex fumadores.

El científico doctor Bruce Hope, líder del equipo de investigación, dice señalo que "el presente estudio confirma que las neuroadaptaciones inducidas por drogas que se observaron en animales también se observan en los humanos".

Los investigadores afirmaron que las discrepancias encontradas en los cerebros de los fumadores y los no fumadores "pueden contribuir a alteraciones de largo plazo en la recompensa proporcionada por la nicotina y por la adicción en los humanos".

El estudio concluye que los cambios se mantienen mucho después de que se ha dejado de fumar y que pueden contribuir a una recaída.

John Stapleton, del Centro Nacional de Adicciones en el King's College de Londres, dice: "Sería sorprendente si el tomar grandes dosis de una droga como la nicotina muchas veces al día durante muchos años no resultara en cambios duraderos en el cerebro".

"Los nuevos resultados nos acercan a entender estos cambios", dijo Stapleton.

El tema principal continúa siendo si estos cambios son responsables de la gran dificultad para dejar del fumar y de las recaída años después de haber dejado el hábito del cigarro.