Feb. 22, 2007
Algunos científicos consideran que existen pruebas sólidas que la circuncisión disminuye las posibilidades de contraer VIH en varones en hasta 60%, un descubrimiento que de acuerdo a los expertos sería un gran avance en la lucha contra el sida.
Este hallazgo fue anunciado en diciembre del 2006, una vez que los resultados de los principales estudios clínicos en Kenia y Uganda mostraron una relación favorable entre circuncisión y transmisión del VIH.
Posteriormente los resultados fueron confirmados por pruebas adicionales efectuadas en los Institutos de Salud de Estados Unidos y publicados en The Lancet.
"Este es un avance extraordinario", señaló Kevin de Cock, director del departamento sobre VIH de la Organización Mundial de la Salud. "La circuncisión es la más potente intervención en la prevención del VIH que se haya descrito".
Desde hacía tiempo se sospechaba que la circuncisión disminuía la susceptibilidad en varones para infectarse de VIH porque las células en el prepucio son muy vulnerables al virus.
De acuerdo a las proyecciones de un modelo en la siguiente década, la circuncisión de varones podría evitar dos millones de infecciones de VIH y 300.000 muertes. El año pasado, 2,8 millones de personas en el área de África Subsahariana contrajeron la enfermedad del VIH, y 2,1 millones de personas murieron.
Los expertos señalan que este avance es de gran utilidad, a la par con la identificación del virus y el uso terapéutico de una combinación de fármacos para salvar vidas.
Ambos estudios estadounidenses presentan resultados similares a los del estudio realizado en Sudáfrica. A causa de los magros resultados terapéuticos, la incapacidad para detener esta enfermedad y las dificultades para desarrollar una vacuna contra el sida, el potencial de la circuncisión como una nueva arma contra el VIH se ha vuelto aun más importante. Sin embargo, los resultados deben tomarse con cuidado antes de emprender circuncisiones en masa.
Los sistemas de salud africanos ya están sobrepasados y una circuncisión masiva requiere mucho más planificación que una campaña de inmunización.
De acuerdo a Catherine Hankins, asesora científica de UNAIDS (siglas en inglés del programa de la lucha contra el sida de las Naciones Unidas): "La circuncisión masculina es un tema de tanta sensibilidad religiosa y cultural que necesitamos tener cuidado", añadió.