El modelo de elaboración brasileña opera por medio de baterías cargadas con energía eléctrica la cual es generada a partir de desechos animales y vegetales. De acuerdo a sus promotores prácticamente no produce ruido y es abastecido con gastos mínimos.
Un automóvil eléctrico que aprovecha la energía de desechos animales y vegetales, desarrollado por Itau Internacional, Fiat y la suiza KWO, es hoy la sensación de la más importante feria de agro negocios del sur de Brasil.
Las baterías del vehículo en "biodigestores", lugares donde se descomponen y aprovechan residuos orgánicos para producir gas metano, "biogas", el que a su vez permite generar electricidad en pequeñas plantas térmicas.
Según Itaipú (empresa brasileño-paraguaya), una de las objetivos es producir un vehículo eléctrico rural para transporte de carga, movido con la energía generada por el propio negocio agrícola.
Según sus promotores, el auto puede ser considerado "100 por ciento ecológico", por la ausencia de contaminantes, con el añadido que no produce ruido y puede ser abastecido en casa con gastos mínimos.
"El motor más eficiente del mundo es el eléctrico", con un 95 por ciento de aprovechamiento, señaló Samek de Itaipú. En cambio el motor a combustión interna tiene una eficiencia de sólo un 25%, agregó.
El prototipo brasileño, en un modelo "Fiat Palio", puede alcanzar 110 kilómetros por hora, con autonomía de 140 kilómetros, sin embargo necesita ocho horas de recarga.
La empresa Itaipú desarrolla ahora con Fiat un vehículo utilitario, luego será un autobús, camiones y tractores, prometió Samek.
"Es un proceso en desarrollo, pero dentro de algunos años con la evolución de la tecnología vamos a poder presentar modelos cada vez más aventajados y modernos", explicó Samek.
La meta oficial es producir un automóvil eléctrico con 450 kilómetros de autonomía, velocidad de hasta 150 kilómetros por hora y carga de las baterías en sólo 20 minutos, según la empresa Itaipú.
Con el programa de generación a partir de biogas y saneamiento ambiental, estos grandes consumidores pueden pasar a ser generadores de electricidad, reduciendo sus costos anuales y hasta vendiendo excedentes, según las autoridades.